Lady Gaga hizo historia en Brasil al reunir a aproximadamente 2,1 millones de personas en un concierto gratuito en la emblemática playa de Copacabana, un evento que marcó su regreso al país después de trece años. Este espectáculo se posiciona como el más masivo de su trayectoria y fue organizado por la ciudad de Río de Janeiro.
La artista dio inicio al show con su emblemático tema "Bloody Mary", deslumbrando al público con un vestuario de rojo intenso y una escenografía que evocaba un teatro griego. A medida que avanzaba el recital, Gaga interpretó varios de sus grandes éxitos como "Judas", "Poker Face" y "Paparazzi", asegurando que la energía del público se mantuviera enérgica, gracias al apoyo de un talentoso cuerpo de baile.
“Brasil”, exclamó repetidamente Gaga desde el escenario, resaltando su conexión con el país al portar piezas que reflejaban sus colores y mostrando la bandera. Además, leyó una emotiva carta que conmovió a todos los presentes: “Gracias por hacer historia conmigo […] gracias por esperarme por más de 10 años. Los amo”.
La presencia de Lady Gaga tuvo un impacto económico significativo, estimado en 600 millones de reales (aproximadamente 107 millones de dólares), de acuerdo a datos oficiales. Para garantizar la seguridad del evento, la ciudad desplegó un total de 5.000 agentes.
El viernes antes del espectáculo, la artista llevó a cabo un ensayo general que intensificó aún más la excitación entre sus fanáticos. Muchos de ellos acamparon cerca del hotel Copacabana Palace desde la noche anterior con la esperanza de un encuentro casual.
Si bien la entrada al recital fue gratuita, se habilitó un área VIP con un número limitado de lugares. Los clubes de fans llevaron a cabo concursos sobre la vida y obra de Gaga, cuyos ganadores pudieron acceder a entradas exclusivas para disfrutar del evento desde cerca. Los demás seguidores vibraron junto a la multitud o a través de las pantallas gigantes dispuestas en el lugar.
En 2017, Lady Gaga había tenido que cancelar su participación en el Rock in Río por problemas de salud, un hecho que la dejó "devastada", según sus propias palabras en redes sociales. Esta vez, el reencuentro con su público resultó ser un momento de sanación tanto para la cantante como para sus seguidores.