El cardenal Pietro Parolin se convirtió en el centro de atención de cara al Cónclave 2025, que comenzó este miércoles en Roma. La primera votación no logró proclamar a un nuevo papa, pero el italiano tendría un 29% de probabilidades tras el fallecimiento de Francisco el 21 de abril.
Parolin se perfila como un candidato fuerte, en principio por ser el reemplazo natural de Francisco y el posible continuador de su legado de reforma de la iglesia, aún más si se tiene en cuenta que más de la mitad de los cardenales que elegirán fueron nombrados por el papa recientemente fallecido.
Actualmente es el secretario de Estado del Vaticano, rol que ocupó desde 2013 con la llegada de Bergoglio al Vaticano. Jugó un papel crucial en la diplomacia eclesiástica, así como en la resolución de conflictos internos de la Iglesia. Nacido en Schiavon, Parolin estuvo al mando de la política del Vaticano durante más de diez años.
Su estilo discreto y su enfoque moderado lo ayudaron a manejar con destreza las tensiones entre las facciones conservadoras y progresistas de la Iglesia. Muchos observadores consideraron que, de ser elegido Papa, Parolin podría consolidar una continuidad moderada con el legado de Francisco.
Sin embargo, su camino no estuvo exento de controversias. Su gestión fue cuestionada por su respuesta a casos de abusos sexuales en el clero, con varias organizaciones acusándolo de falta de colaboración con la justicia.
Además, su nombre también apareció en una operación inmobiliaria en Londres que despertó serias críticas tanto en el ámbito interno como externo del Vaticano. De acuerdo con el sitio especializado Polymarket, Parolin lideró las preferencias en la carrera papal, seguido por el cardenal filipino Luis Antonio Tagle, quien contó con un 19% de probabilidades.