La desinflación registrada en abril podría consolidarse en los próximos meses, de acuerdo con las estimaciones que difundieron los principales bancos de inversión de Wall Street y consultoras locales. Las proyecciones acompañan el optimismo del equipo económico que lidera Luis Caputo, tras el 2,8% de inflación del mes pasado, y confirman que el nuevo régimen macro está teniendo efectos visibles sobre los precios.
JP Morgan, Morgan Stanley, Goldman Sachs y varias firmas privadas coincidieron en que la estabilidad cambiaria, la flotación administrada y la política de déficit cero están funcionando como anclas inflacionarias. Para el corto plazo, anticipan un sendero descendente que podría llevar la inflación por debajo del 2% mensual antes de las elecciones.
Señales firmes desde el mercado
El dato de abril fue recibido como un éxito por los bancos internacionales. Morgan Stanley subrayó que la cifra estuvo por debajo de las expectativas del mercado (que proyectaban 3,2%) y destacó la firmeza del esquema cambiario. JP Morgan fue más enfático: calificó el resultado como “el primer éxito concreto” del plan Milei y aseguró que no hubo un impacto inflacionario relevante pese a la unificación cambiaria, el fin del crawling peg y la eliminación de controles de capital para personas.
Desde esa entidad describieron el escenario como un “cruce del Rubicón” y pronosticaron que la inflación mensual bajará al 2% en los próximos meses, e incluso perforaría ese umbral hacia el tercer trimestre del año.
Una desinflación más efectiva que en los 90
Para Goldman Sachs, el proceso actual es incluso más sólido que el que se implementó en los años 90 durante la Convertibilidad. La entidad sostuvo que el orden macro alcanzado sin recurrir a un tipo de cambio fijo ni a un plan de estabilización tradicional constituye un mérito del actual programa, más compatible con la competencia de monedas.
En ese sentido, también se destacó el rol del superávit fiscal y la emisión cero como pilares de un nuevo esquema de precios relativos.