La Libertad Avanza apunta en su estrategia electoral a ceder espacios a dirigentes aliados en las boletas provinciales, pero imponer candidatos propios en las listas nacionales para fortalecerse en el Congreso y no depender tanto de los gobernadores.
Hace semanas, el gobernador de Chaco, Leandro Zdero, ganó la elección provincial en una alianza con LLA. Esa lista llevaba solo tres candidatos libertarios. Para el gobierno provincial, el pacto significó financiamiento y la posibilidad de ir a la elección alineado con el político que mejor mide en todo el país; para Milei, asegurarle gobernabilidad a un mandatario aliado en un distrito donde no cuenta con estructura propia.
Tras el sonoro triunfo libertario en los comicios porteños que el PRO había desdoblado, trascendió que hay varios gobernadores dialoguistas tendientes a tejer acuerdos con LLA en las nacionales de octubre, viendo que además Milei tiene buen porcentaje de imagen positiva en sus distritos.
Incluso algunos no tan permeables a acercarse a la fuerza que comandan los Milei, no descartan ir juntos ahora en estas legislativas y recién enfrentarse dentro de dos años cuando estén en juego los Ejecutivos.
"Las elecciones en donde Javier Milei se mete directamente pueden llegar a ser un problema porque mantiene altos índices de popularidad. Conviene más un acuerdo de dirigentes para lo nacional, en donde podamos asegurarnos lugares "entrables" en la lista y evitar el costo de pelarse con el Gobierno", dejó trascender días atrás un gobernador con afinidad con la Casa Rosada durante el encuentro de AmCham.
En Corrientes, Gustavo Valdés busca un acuerdo similar que tuvo Zdero en Chaco, que incluyó a LLA en su frente local para asegurarse una victoria contra el peronista Jorge Capitanich. Las dudas del correntino surgen de los coqueteos que tuvo la Casa Rosada con el senador Carlos "Camau" Espínola.
