El juez Gorini dio la aprobación esta tarde para que Cristina Kirchner cumpla su condena de seis años de prisión en su domicilio. La expresidenta comenzará su arresto en el departamento que posee su hija Florencia, ubicado en el barrio de Constitución, y tendrá que portar una tobillera electrónica durante este período.
Esta tecnología se coloca en la parte inferior de la pierna y está diseñada para rastrear la ubicación de la persona continuamente. Las tobilleras electrónicas cuentan con un sistema que emite alertas si su titular se aproxima a lugares prohibidos o si incurre en alguna violación de las condiciones impuestas por la justicia.
El dispositivo, conocido como Dispositivo de Arresto Domiciliario, funciona mediante una Unidad Transmisora que la persona debe llevar en su tobillo, y una Unidad Domiciliaria que se instala en el hogar.
Este sistema envía información automáticamente a través de líneas telefónicas, garantizando que las autoridades puedan monitorear el cumplimiento del arresto domiciliario. En caso de incumplimientos, la Guardia de Monitoreo puede activar protocolos y enviar a las fuerzas de seguridad de ser necesario.
En situaciones excepcionales, el sistema permite programar permisos para que la persona salga y regrese a su vivienda, evitando de esta manera la activación de alertas debido a la pérdida del monitoreo.
Las exigencias del juez para la domiciliaria de CFK
Cristina Kirchner permanecerá detenida con prisión domiciliara en su departamento de la calle San José al 1111, en el barrio porteño de Constitución, pero el juez Jorge Gorini impuso condiciones como el uso de tobillera electrónica y un régimen de visitas, mientras que cada tres meses se supervisará que esté cumpliendo con las reglas de su reclusión.
En ese marco, la ex presidenta no podrá alterar la tranquilidad del barrio, es decir, que tendrá que evitar salir al balcón, donde decena de militantes acampan en la vereda desde que salió la condena, generando un fuerte malestar entre los vecinos.
Cristina Kirchner también tendrá que entregar un listado de sus familiares, custodios y profesionales, como médicos y abogados que tengan que ir a su domicilio. Por último, Gorini incluyó entre las medidas el uso de tobillera electrónica.
"Resuelvo imponer a la nombrada las siguientes reglas de conducta, las cuales tendrá que observar y cumplir mientras se mantenga la modalidad domiciliaria del cumplimiento de la pena de prisión", sostuvo el juez en su resolución.
Entre ellas, figura que la ex mandataria deberá permanecer en el domicilio fijado, obligación que no podrá quebrantar salvo en situaciones excepcionales de fuerza mayor que deberá justificar debidamente. Por fuera de estos supuestos, deberá requerir y obtener la autorización previa del tribunal, sin excepción.