En un foro internacional, el viceministro de Economía, José Luis Daza, ratificó la estrategia económica del Gobierno y negó que el dólar oficial esté atrasado o intervenido. “El tipo de cambio no está planchado ni controlado, está flotando y la economía se está comportando como esperábamos", aseguró durante su exposición en el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que reúne a importantes bancos globales.
Daza insistió en que el valor del dólar se determina por la oferta y la demanda, y destacó que el país está atravesando un "gigantesco cambio en la balanza de pagos".
Según las estimaciones oficiales, la Argentina podría alcanzar un superávit superior a los US$50.000 millones hacia 2032 o 2033, con el impulso de sectores clave como el agro, la minería y la energía.
En esa línea, sostuvo que el peso argentino podría fortalecerse en los próximos años, respaldado por una fuerte entrada de capitales. "Hay que mirar estos flujos que vienen a futuro. Vamos a tener balance o superávit fiscal y una política monetaria contractiva”, explicó.
Además, lanzó un mensaje directo al sector privado: “Si yo fuese empresario, no apostaría a que me salve el mercado cambiario con una depreciación; apostaría a que es muy probable tener un peso argentino fuerte”.
Respecto al déficit de cuenta corriente divulgado por el INDEC, que arrojó un desequilibrio de casi US$5.200 millones en el primer trimestre del año —casi el doble de lo proyectado por el FMI para todo 2025—, Daza relativizó su impacto.
Comparó la situación argentina con experiencias de otras regiones, como Rusia, Tailandia y la Unión Europea, y remarcó que lo importante es analizar el tipo y las causas del desequilibrio.
“Un déficit del 2% en un país que crece al 6% y que venía descapitalizado es algo absolutamente esperable, porque el déficit de cuenta corriente es la diferencia de todo el ingreso y lo que gasta el país, o la diferencia entre ahorro e inversión", explicó.
Aunque señaló que el Gobierno se siente cómodo con los niveles actuales, aclaró que seguirán de cerca la evolución de este indicador en los próximos meses.
Por último, se refirió a la inflación, otro frente clave para la gestión económica. Daza pronosticó una baja sostenida en los próximos meses: “Va a converger a la del resto del mundo. Posiblemente lleguemos a tener las tasas más bajas de todo el continente”.