El presidente Javier Milei encabezó el cierre de la presidencia pro tempore del Mercosur, acto que se desarrolló en el Palacio San Martín, sede de la Cancillería.
Allí, realizó un encendido discurso donde no faltaron los reproches y las advertencias al resto de los mandatarios y todos los ojos estaban puestos en cómo sería su acercamiento con el presidente de Brasil Lula Da Silva.
Al tomar la palabra, el jefe de Estado señaló que “sería una gran alegría que, dentro de unos años, cuando Argentina tenga nuevamente la oportunidad de presidir este bloque se encuentren en la recta final para lograr un conjunto de objetivos destinados a la apertura comercial del Mercosur”.
Sin embargo, Milei lanzó una advertencia al resto de los países si no pudiera lograr su meta. En ese punto, aseguró "si esto no fuera posible, y los socios prefirieran, persistir en un camino que no nos ha resultado, tendremos que insistir en flexibilizar las condiciones de sociedad que nos unen".
"Emprenderemos el camino de la libertad, y lo haremos acompañados o solos, porque -como ya he dicho- Argentina no puede esperar. Necesitamos más comercio, más actividad económica, más inversión y más trabajo, de manera urgente”, reiteró.
“Y por eso necesitamos más libertad, también de manera urgente. Nuestra Nación ha decidido dejar atrás décadas de estancamiento y encarar el sendero del progreso", remarcó.
En otro tramo de su alocución, el mandatario argentino criticó las trabas en la estructura del Mercosur que, de acuerdo con sus palabras, “se volvieron burocráticas y hoy ya elefantiásicas”. En ese sentido apuntó contra las barreras comerciales impuestas por el bloque que “castigaron a nuestras poblaciones con peores bienes y servicios a peores precios”.
Sin embargo, elogió el acuerdo firmado entre el Mercosur y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA. Al respecto señaló que “conecta al Mercosur con un bloque altamente competitivo cuyo producto bruto interno asciende a 1.5 billones de dólares y presenta un PBI per cápita promedio cercano a los 95.000 dólares anuales”.
Distancia con Lula
Un momento de tensión se produjo cuando el presidente Javier Milei se acercó a su par brasilero Luis Inacio Lula Da Silva para saludarlo.
A pesar del intento de Milei de suavizar la situación haciendo un chiste, Lula no acusó recibo y le respondió el saludo con un frío apretón de manos y sin esbozar ni siquiera una sonrisa, mostrando una clara señal de incomodidad por el momento vivido.
