Este viernes se dio inicio al funeral de Diogo Jota y su hermano, André Silva, en su ciudad natal, Gondomar. La ceremonia reunió a familiares, amigos y figuras reconocidas de Portugal, entre ellos el presidente Marcelo Rebelo de Sousa, en un momento de profundo dolor.
Las ceremonias comenzaron con una misa en la Capela da Ressurreição São Cosme, donde los asistentes se unieron para rendir tributo a los hermanos. Para el sábado está previsto el entierro. Joaquim e Isabel, sus padres, y su círculo más cercano no pudieron contener el sufrimiento tras la trágica muerte de Diogo Jota. En el evento, su esposa, Rute Cardoso, no fue vista entre los presentes. Muchos aficionados y vecinos se acercaron para expresar sus condolencias, dejando flores y mensajes de apoyo en un gesto solidario.
El ambiente se tornó especialmente emotivo con la presencia de figuras del mundo del fútbol, incluido André Villas Boas, presidente del Porto, y excompañeros del futbolista. La tragedia resonó profundamente en Gondomar, como lo recordó Anselmo Serra, director del Gondomar SC, quien destacó que Jota "nunca olvidó sus raíces ni a sus amigos".
Según informaciones del medio portugués A BOLA, se recomendó a Diogo Jota que viajara en automóvil en lugar de hacerlo en avión, debido a una cirugía de pulmón reciente que podría complicarse con la presión en la cabina. El destino final de los hermanos era Santander, España, de donde planeaban tomar un ferry a Portsmouth, Inglaterra, en un trayecto que duraría aproximadamente 31 horas.
El accidente ocurrió a las 00.30 del jueves, cuando el Lamborghini que conducían se salió de la ruta, aparentemente tras reventar un neumático mientras intentaban adelantar a otro vehículo. El coche se estrelló en un sector apartado de la carretera, cerca de Zamora, y se incendió tras el impacto, encontrándose los hermanos sin vida en el lugar.
Jota, de 28 años, estaba recién casado con Rute Cardoso y era padre de tres hijos. Venía de destacar en la temporada con el Liverpool, donde jugó un rol crucial en la obtención del título de la Premier League. La noticia de su fallecimiento generó un impacto inmediato, con mensajes de condolencias desde su club y la selección portuguesa; los hinchas de Anfield recordaron al jugador dejando bufandas y flores en su honor, además de un minuto de silencio previo al partido entre Portugal y España en el Campeonato Europeo Femenino en Suiza.
André Silva, de 25 años, jugaba en el Penafiel, en la segunda división portuguesa. Los cuerpos de ambos hermanos fueron identificados y repatriados a Portugal el mismo viernes. La investigación del accidente está a cargo de la policía española, que ya ha confirmado que no hubo otro vehículo implicado en la tragedia.
