Sonny Hayes fue una joven promesa de la Fórmula 1 durante los años 90, hasta que un grave accidente terminó con su carrera. Treinta años después, vive como piloto nómada en competencias menores, hasta que su antiguo compañero y actual dueño del equipo APXGP, Rubén Cervantes, lo convence de volver para intentar salvar a la escudería de la quiebra.
Su regreso incluye la misión de formar a Joshua Pearce, un novato talentoso pero impulsivo, en una temporada decisiva. Mientras atraviesan crisis técnicas, rivalidades internas y el peso del pasado de Sonny, el equipo lucha por sumar puntos y revalidar su lugar en la Fórmula 1.
F1: La película es un largometraje estadounidense dirigido por Joseph Kosinski, escrito por Ehren Kruger y producido por Jerry Bruckheimer. La cinta también cuenta con la producción del siete veces campeón de Fórmula 1, Lewis Hamilton, y de Toto Wolff, director del equipo Mercedes-AMG Petronas.
El elenco está encabezado por Brad Pitt como Sonny Hayes, Damson Idris en el rol de Joshua Pearce, Javier Bardem como Rubén Cervantes, Kerry Condon en el papel de la directora técnica Kate, y Kim Bodnia como el director deportivo Kaspar Molinski, entre otros.
Uno de los aspectos más destacados de la producción es que se filmó durante fines de semana reales de Grandes Premios, integrando a los actores en las formaciones oficiales de parrilla y dentro de los boxes auténticos. Brad Pitt y Damson Idris manejaron vehículos reales de Fórmula 2 modificados para parecer autos de F1.
Además, aparecen pilotos reales como Lewis Hamilton, Max Verstappen, Carlos Sainz Jr., Charles Leclerc y Pierre Gasly, entre otros. Las carreras son narradas por los comentaristas oficiales de la Fórmula 1, como Martin Brundle y David Croft.
Los efectos especiales son uno de sus grandes atractivos. Gracias al uso de cámaras montadas en autos reales y tecnología de filmación de última generación, las escenas de carrera transmiten una sensación de velocidad y adrenalina pocas veces vista en el cine.
Aunque F1: La película ofrece una experiencia visual impresionante y captura con realismo el vértigo de las pistas, no está pensada exclusivamente para los puristas del automovilismo. La historia se centra más en el drama humano, el regreso de un piloto veterano y su vínculo con un joven talento, que en los aspectos técnicos y estratégicos del deporte.
Si bien incluye cameos de pilotos reales y escenas filmadas en Grandes Premios auténticos, el enfoque narrativo prioriza la emoción y el espectáculo por encima de la precisión deportiva, lo que puede dejar con gusto a poco a quienes buscan una representación más rigurosa de la Fórmula 1.