Antes de que comience la sesión a la que el Gobierno calificó de inválida, ya se sabía que la decisión de Milei era vetar los proyectos que ayer obtuvieron media sanción en el senado y que esperan ser debatidos por Diputados.
Sin embargo, el presidente podría contar con un as bajo la manga y lograr su objetivo de evitar que las leyes de incremento de los haberes, la restitución de la moratoria y la declaración de emergencia en discapacidad sean aprobadas. Y es repetir una jugada que ya utilizó cuando vetó la ley de movilidad jubilatoria el año pasado.
Para que eso suceda, el primer mandatario buscará vetarlas si las iniciativas son aprobadas por Diputadas. Pero si el Congreso no lo apoya, ya anticipó que recurrirá a la Justicia.
Anoche, durante un discurso ofrecido en la Bolsa de Comercio, el presidente adelantó que “vamos a vetar. Aún se dieron las circunstancias, que no creo, que le veto se caiga, lo vamos a judicializar. Aún si se diera el peor de los casos que de repente la justicia tuviera un acto de celeridad, y lo decidiera tratar en poco tiempo, aun así, el daño que podrían causar podría ser mínimo. Sería una mancha en dos meses, la cual el 11 de diciembre se la vamos a revertir en caso de que tuviera éxito. La política del superávit fiscal es permanente”, señaló.
El antecedente de 2024 que puede repetirse y le da esperanza a Javier Milei
En septiembre del año pasado el presidente logró vetar un aumento del 8,2% para las jubilaciones al obtener el respaldo de “87 héroes”. Para conseguir el veto, Milei contó con el apoyo de radicales disidentes, aliados del PRO y legisladores de San Juan y Tucumán. Las abstenciones también lo ayudaron.
Sin embargo, dada la conformación de la Cámara de Diputados, a la oposición le alcanzará conseguir 172 votos para insistir con el proyecto original. Por su parte Milei podrá confirmar su veto con 86 voluntades, según publica el portal Infobae.
Qué dice la Constitución Nacional y el antecedente de 2024 que terminó con festejos
En primer lugar, hay que recurrir al artículo 83 de la Constitución Nacional que trata sobre el poder de veto presidencial y los pasos a seguir por ambas cámaras.
El mismo establece que “desechado en el todo o en parte un proyecto por el Poder Ejecutivo, vuelve con sus objeciones a la Cámara de su origen: ésta lo discute de nuevo, y si lo confirma por mayoría de dos tercios de votos, pasa otra vez a la Cámara de revisión. Si ambas Cámaras lo sancionan por igual mayoría, el proyecto es ley y pasa al Poder Ejecutivo para su promulgación. Las votaciones de ambas Cámaras serán en este caso nominales, por sí o por no; y tanto los nombres y fundamentos de los sufragantes, como las objeciones del Poder Ejecutivo, se publicarán inmediatamente por la prensa. Si las Cámaras difieren sobre las objeciones, el proyecto no podrá repetirse en las sesiones de aquel año”.
Vale recordar que tras conseguir el apoyo de los “87 héroes” en el veto a la ley de Movilidad Jubilatoria, el presidente Javier Milei agasajó a los diputados con un asado en la Quinta de Olivos. Durante su discurso les solicitó que “a partir de ahora hagamos todo en scrum”, algo que necesitará nuevamente luego del mal trago de anoche.