El salario promedio neto del sector privado registrado alcanzó los $1.390.159 en marzo de 2025, según datos del Ministerio de Capital Humano. La cifra implica una mejora nominal del 77% respecto al mismo mes del año anterior, superando la inflación interanual del período, que fue del 55,9%.
Este repunte implica, en promedio, una recomposición del poder adquisitivo para los trabajadores formales del sector privado. Sin embargo, el impacto no fue uniforme: las brechas entre provincias se profundizan, tanto en niveles absolutos como en el ritmo de crecimiento de los ingresos.
Provincias líderes y rezagadas
El mayor salto salarial se registró en Santiago del Estero, que con un incremento del 91% pasó de $449.459 a $858.283. Le siguieron Tierra del Fuego (89%) y Misiones (88%). También mostraron subas significativas provincias como Río Negro (86%), Neuquén (85%) y Salta (84%).
En el otro extremo, Catamarca exhibió la suba más baja (71%), seguida por La Rioja, CABA, Buenos Aires, San Juan y Jujuy, todas con alzas del 74%, apenas por encima del índice de precios al consumidor.
Las provincias con mayores salarios netos continúan siendo las de fuerte peso extractivo o económico. Neuquén lidera el ranking con $2.493.217, seguida por Santa Cruz ($2.406.823), Tierra del Fuego ($1.839.406) y Ciudad de Buenos Aires ($1.705.936). En todos estos casos, la presencia de industrias de alto valor, como el petróleo, el gas o el sector financiero, explica gran parte del fenómeno.
En contraste, Santiago del Estero, pese a liderar en porcentaje de incremento, continúa entre las provincias con menores sueldos promedio. Junto a La Rioja, Formosa, Corrientes y Chaco, no superan el millón de pesos mensuales, reflejando brechas estructurales persistentes.
Mejoras reales, pero desiguales
Aunque todas las provincias mostraron aumentos por encima de la inflación, la recomposición salarial real fue modesta en algunas regiones y más contundente en otras. Las subas por debajo del 75% apenas sostuvieron el poder de compra, mientras que los distritos con incrementos superiores al 80% lograron una recuperación más tangible.
Estos datos, basados en los registros formales del empleo privado, ofrecen una radiografía de las desigualdades en el mercado laboral argentino. Las provincias con sectores estratégicos, mayor productividad y baja informalidad logran sueldos más altos, mientras que otras, pese a mejoras interanuales, siguen ancladas en los niveles más bajos del país.