El concejal salteño Pablo Emanuel López, referente de La Libertad Avanza, renunció en las últimas horas tras quedar en el centro de un escándalo político y judicial que lo involucra en gravísimas denuncias de violencia de género, extorsión sexual y abuso de poder.
La presentación judicial fue realizada por una militante de su propio espacio político ante la Fiscalía de Violencia Familiar y de Género, y describe una relación marcada por el sometimiento psicológico, físico, sexual y económico. La denunciante, identificada como Méndez, asegura que López, valiéndose de su rol institucional y del vínculo sentimental que los unía desde 2019, desplegó durante años una trama sistemática de violencia y control.
La denuncia
Uno de los episodios más estremecedores ocurrió, según el relato de Méndez, en enero de 2025, durante un viaje a Misiones. Allí, López la habría obligado a mantener relaciones sexuales con un tercero, bajo presión económica, y filmado la escena sin su consentimiento. “Fue violencia sexual. Solo quería complacerlo. Me dolía. No lo disfruté”, dejó asentado Méndez en la denuncia.
El caso escaló cuando el canal local Cadena Infinito difundió audios en los que el concejal le propone “descuentos” en una deuda que mantenía con él a cambio de favores sexuales. En otro fragmento de la grabación, se escucha a Méndez reclamarle parte de su sueldo: “¿No eran 500 mil pesos? Porque te quedás con 200 y me das 300”. A lo que López responde: “No me forreés, dejá de forrearme y te voy a escuchar”.
La denuncia sostiene que López le exigía entregar una parte significativa de su salario como asesora, bajo amenaza de represalias políticas. También habría ejercido control sobre sus actividades, la amenazaba con arruinarle su carrera y grababa imágenes íntimas sin permiso.
Ante la magnitud del escándalo, La Libertad Avanza Salta emitió un comunicado en el que se despegó de López y afirmó: “Nos regimos por la ley, la transparencia y la ficha limpia. Confiamos en el accionar de la Justicia. No avalamos a quienes comprometan la honorabilidad del espacio”.
Horas después, y bajo fuerte presión política y mediática, López presentó su renuncia al Concejo Deliberante. En su carta, evitó referirse directamente a las denuncias, pero habló de “persecución personal” y alegó que su alejamiento obedecía a un “profundo sentido de responsabilidad institucional”. “Prefiero dar un paso al costado antes que ser funcional a operaciones que nada tienen que ver con el bienestar de los salteños”, escribió.
La denunciante solicitó medidas de protección urgentes, entre ellas, la prohibición de contacto y acercamiento, el secuestro del teléfono celular y otros dispositivos electrónicos del exconcejal, donde estarían almacenadas pruebas clave, y recibió un botón antipánico por orden judicial. La investigación avanza en el Ministerio Público Fiscal de Salta y podría derivar en imputaciones por lesiones agravadas, amenazas, coacción, exacciones ilegales y delitos contra la integridad sexual.