Ricardo Arjona, reconocido cantante guatemalteco, ha construido una carrera marcada por numerosos éxitos y presentaciones en estadios emblemáticos alrededor del mundo. Sin embargo, el camino hacia la fama estuvo lleno de desafíos y sacrificios que él mismo compartió a través de un video publicado en Instagram.
El artista rememoró sus días en México, cuando contaba con recursos limitados y debía administrar cuidadosamente el poco dinero que tenía. En ese momento, le pidió a un amigo que le ayudara a manejar sus finanzas, aunque en ocasiones no alcanzaba ni para cubrir el alquiler de su vivienda.
Arjona relató: “No tenía para la renta de fin de mes y me cayó una llamada de un empresario hondureño que me quería llevar a una gira por Estados Unidos”. Este empresario le ofreció una remuneración por cada concierto, que el cantante destinaba inmediatamente a pagar su renta, intentando mantener su estabilidad mientras buscaba abrirse camino.
Sin embargo, sus presentaciones en esa etapa no eran fáciles. Debía interrumpir eventos sociales donde la gente bailaba, y al llegar con su guitarra, a menudo no era bien recibido. “Yo interrumpía los bailes. Era un desastre, porque la gente estaba bailando y de repente aparecía un tipo, pero el empresario estaba contento”, explicó Arjona.
Con el tiempo, su trabajo comenzó a dar frutos y el público empezó a prestarle atención. Recordó que su primer éxito significativo fue en Nueva York, donde la audiencia lo recibió de forma positiva: “El primer baile exitoso que tuve fue en Nueva York. De una manera milagrosa, la gente me trató muy bien”.
Durante esos años, Arjona no contaba con contratos importantes y llegó a vivir en las cuchetas de los hijos de uno de los empresarios que lo contrató. Esta experiencia le permitió valorar aún más el recorrido que ha hecho hasta el presente.
“Imagínense para un tipo como yo, que pasó estas cosas, que el tiempo lo vaya llevando a hacer un Madison Square Garden”, confesó el compositor, quien actualmente se prepara para una residencia en Guatemala y una gira mundial con su álbum “Seco”.
Tras agotar una fecha más en la legendaria sala neoyorquina, Arjona reflexionó sobre el aprendizaje que le dieron las dificultades: “Tuve siempre la maravillosa suerte de que nada de lo que me tocó fue fácil, nada. Siempre el camino fue cuesta arriba. Hoy, agradezco lo difícil y divertido que fue”.