Javier Milei eligió el terreno más simbólico y hostil del conurbano para lanzar su ofensiva final: La Matanza, territorio emblemático del peronismo, fue el escenario que La Libertad Avanza seleccionó para dar inicio a su campaña bonaerense. En una calle tapizada de basura en Villa Celina, con un cartel casero que rezaba “Kirchnerismo nunca más”, el Presidente encabezó una escena cuidadosamente orquestada por su asesor estrella, Santiago Caputo. Rodeado de sus candidatos, todos vestidos con buzos violetas, a excepción de él, Milei se paró como un general al frente de su tropa libertaria, decidido a confrontar directamente con el ADN del PJ.
La postal fue más que una imagen de campaña: fue un acto de provocación política. El oficialismo nacional busca perforar la muralla electoral del peronismo desde adentro, en un distrito con más de un millón de votantes habilitados y una historia de fidelidad al justicialismo. Desde el partido violeta, se usó una tipografía más que evidente, un mensaje provocativo que replica una frase usada por los organismos de Derechos Humanos, como el “Nunca más”.
Cambio de última hora: del norte al sur del conurbano
La elección del lugar no fue casual ni lineal. Según trascendió, el lanzamiento iba a realizarse en Tres de Febrero, donde los libertarios tienen ventaja. Pero Karina Milei, la hermana del Presidente y principal estratega política, junto con Sebastián Pareja, el cerebro de la campaña bonaerense, decidieron a último momento mover el tablero y jugar fuerte en la Tercera Sección Electoral, históricamente dominada por el peronismo.
Ahí mismo, en el bastión del intendente Fernando Espinoza y donde Verónica Magario (vicegobernadora y figura fuerte del kirchnerismo) encabeza la lista, La Libertad Avanza desembarcó con toda su artillería electoral. La presentación reunió a los principales nombres del armado liberal: Patricia Bullrich, ya prácticamente confirmada como candidata a senadora por CABA; José Luis Espert, que liderará la lista de diputados nacionales; Cristian Ritondo, titular del PRO bonaerense; y los ocho cabezas de lista de cada sección electoral de la provincia. Entre ellos se destaca Diego Valenzuela, ex intendente PRO de Tres de Febrero, que ahora encabeza la lista por la Primera Sección Electoral, y Maximiliano Bondarenko, un exconcejal ignoto de Florencio Varela que adquirió notoriedad tras denunciar una presunta trama de corrupción policial en el distrito.
Este frente híbrido, una suerte de PROlibertarismo recargado, intenta posicionarse como la alternativa más nítida a un peronismo en crisis, golpeado por la interna entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof, y por la deserción forzada de la propia expresidenta, inhabilitada judicialmente para competir. La escenografía de Villa Celina también tuvo un destinatario implícito: Cristina Fernández de Kirchner. Su intento de colocar a Mayra Mendoza como cabeza de lista fue desactivado por Kicillof, que optó por Magario. El traumático cierre de listas del 19 de julio dejó expuestas las tensiones dentro del kirchnerismo, que ahora se enfrenta a un gobierno decidido a jugar en su patio trasero.
El clima político está en ebullición. Tras el fracaso legislativo del oficialismo en Diputados , con 12 votaciones perdidas y ninguna ganada en la última sesión, el jefe de Gabinete Guillermo Francos apuntó contra el kirchnerismo por “querer romper todo” y amenazó con una ola de vetos hasta diciembre.
La Matanza: territorio en disputa
La Matanza no es solo un municipio: es un termómetro electoral. Con más de 1 millón de votantes habilitados, representa la madre de todas las batallas en cada elección bonaerense. Allí, el peronismo ha sabido cosechar hasta un 60% de los votos, aunque también ha sufrido golpes históricos como en 2009, cuando Néstor Kirchner perdió ante Francisco de Narváez al sacar apenas un 42% en ese distrito. La apuesta libertaria busca perforar ese blindaje, achicar la brecha y presentarse como una fuerza capaz de disputar incluso los rincones más leales al viejo orden.