Julieta Prandi dijo sus palabras finales en el juicio que inició contra su expareja, Claudio Contardi, por violencia de género y abuso sexual agravado. Cuando terminó, comenzó a llorar de manera desgarradora y debió ser asistida por un médico.
Luego, lejos de irse del lugar, la modelo le hizo varios pedidos a la Justicia para resguardar su seguridad y la de su familia. A través de su equipo de abogados, presentó un escrito para que un patrullero la acompañe hasta la casa y pidió, además, un botón antipánico.
También solicitó que un patrullero acompañe a sus padres hasta Pinamar, donde viven. “Hasta que estas dos cosas no se resuelvan, dice que no se irá”, aseguraron a TN fuentes en el lugar.
Qué dijo Julieta Prandi en sus palabras finales
“No es fácil estar en mis zapatos hoy”, comenzó la actriz, visiblemente afectada. “Fueron muchos años donde esperé y soñé tenerlos enfrente. Añoraba este momento con toda mi vida. Hoy estamos acá para juzgar si fui o no violada. Yo no fui violada una vez, fui violada una infinidad de veces”, sumó sobre los cinco años que esperó para llegar a juicio.
A lo largo de su declaración, Prandi hizo hincapié en el calvario que vivió durante casi dos décadas. “Me aislaron, me humillaron, me apartaron de mi familia. Estuve años sin ver a mi familia, me quedé sola. Yo ya estuve muerta, todavía no me siento una persona viva y feliz”, relató.
“Todavía intento volver a sonreír, a sentirme segura, volver a no recordar los hechos aberrantes que tuve que soportar. Me hubiese encantado no despertarme más”, continuó.
Lejos de centrar su reclamo en lo económico, remarcó que la denuncia trasciende su historia personal. “No se trata de dinero. Me sacó absolutamente todo. Todo lo hice con mi trabajo”, sostuvo. Y agregó: “No necesito absolutamente nada. No lo pido por mí, lo pido por todas las que estoy representando”.
“Somos muchas las que nos sometemos al escarnio. Es muy doloroso y humillante, no se lo deseo a nadie”, advirtió, refiriéndose al proceso judicial y al desgaste emocional que implica enfrentar al agresor en un tribunal. “Quiero que el tribunal haga Justicia. Que lo que me queda de vida, pueda ser en paz”, expresó luego.
Además, alertó sobre el riesgo que corre su integridad hasta que se lea el veredicto el próximo miércoles: “Sepan que en estos días esta persona es capaz de hacer cualquier cosa. Por mi vida y la de mis hijos les voy a pedir que lo detengan. Van a ser responsables de lo que pueda pasar”.
“Esta persona no se va a manchar las manos, pero tiene mucha gente que es capaz de hacerlo”, señaló. Y concluyó con un fuerte pedido: “Yo no quiero estar muerta dos veces, déjenme vivir en paz. Gracias por escucharme”.