Se realizaron en Gaza los funerales de los cinco periodistas de la cadena qatarí Al Jazeera fallecidos el domingo 10 de agosto durante un ataque de Israel, en medio de la condena de organismos internacionales. Sus cuerpos fueron enterrados en el cementerio Sheikh Redouan.
Los cinco hombres son los reporteros Anas al Sharif y Mohammed Qreiqeh, y los camarógrafos Ibrahim Zaher, Mohammed Noufal y Moamen Aliwa. También murió en el ataque un periodista independiente, Mohammed Al Khaldi, que colaboraba ocasionalmente con medios locales, según el director del hospital Al Chifa.
El ejército israelí confirmó que había dirigido un ataque contra Anas al Sharif, un conocido corresponsal de Al Jazeera, de 28 años y a quien señaló como un “terrorista” que “se hacía pasar por periodista”. La cadena catarí afirmó que sus empleados murieron en un “ataque israelí dirigido” contra su carpa en Ciudad de Gaza, afuera del hospital Al Chifa.
Se trata del más reciente ataque contra periodistas en los 22 meses de guerra en la Franja de Gaza. En total, alrededor de 200 trabajadores de la prensa han muerto en el conflicto, según organizaciones civiles.
El ejército israelí indicó que al Sharif era “el jefe de una célula terrorista de la organización terrorista Hamas y preparaba ataques con cohetes contra civiles y tropas” israelíes.
Además, publicó en sus redes sociales una selfie del periodista posando con líderes de Hamás y una tabla que supuestamente muestra los nombres de miembros del movimiento islamista palestino, donde aparece el nombre del periodista con su salario correspondiente a los años 2013 y 2017.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) acusó en julio al ejército israelí de llevar a cabo una “campaña de desprestigio” contra el periodista al retratarlo en publicaciones en línea como miembro de Hamas.
“Los periodistas son civiles. Nunca deben ser objetivo en una guerra. Y hacerlo es un crimen de guerra”, enfatizó Jodie Ginsberg, directora ejecutiva del CPJ.