El ministro de Defensa de Colombia, Pedro Sánchez, confirmó la muerte de José Aldinever Sierra Sabogal, conocido como ‘el Zarco Aldinever’, un líder guerrillero señalado como uno de los autores materiales del asesinato del exgobernador Miguel Uribe. El hecho ocurrió durante un enfrentamiento armado cerca de la frontera con Venezuela.
Aldinever era cabecilla de la ‘Segunda Marquetalia’, una disidencia de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liderada por el exnegociador Iván Márquez, que retomó las armas tras la firma del acuerdo de paz en 2016. Esta organización, con alrededor de 2.000 combatientes, está bajo sospecha en la investigación del atentado contra Uribe, quien falleció tras más de dos meses de agonía luego de ser baleado en un acto público por un adolescente de 15 años.
Según el reporte oficial, Aldinever murió a manos del Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo rival, en territorio venezolano. El ministro Sánchez detalló que “el ELN asesinó al Zarco Aldinever en territorio venezolano muy cerca de la frontera colombo-venezolana. Las razones, las de todo cartel, la pelea por el narcotráfico, al parecer entre ellos mismos se robaron algún cargamento de cocaína y se declaró una pugna criminal entre carteles”.
El funcionario no especificó la fecha exacta del enfrentamiento, pero fuentes de investigación como Insight Crime señalan que la muerte ocurrió a principios de agosto. Aldinever, cuyo verdadero nombre era José Manuel Sierra, se unió a las FARC en 1990 cuando tenía 14 años y reapareció en 2019 anunciando el rearme de la Segunda Marquetalia.
El ministro Sánchez también confirmó que seis personas están detenidas por el ataque que terminó con la vida de Uribe, incluido el joven agresor de 15 años que le disparó dos veces en la cabeza. “Las conclusiones que hemos tenido en materia de inteligencia es que una línea apunta a una conexión muy importante entre los autores de este magnicidio con (...) el cartel de la Segunda Marquetalia”, afirmó.
La Segunda Marquetalia mantiene una fuerte presencia en el tráfico de cocaína en los departamentos de Meta, Cundinamarca y Boyacá, en el centro del país. En 2024, el gobierno del presidente Gustavo Petro inició diálogos de paz con este grupo en Venezuela, pero las negociaciones están actualmente suspendidas por falta de avances.