Ante la posibilidad de sufrir un duro revés en la Cámara de Diputados, el Gobierno movió fichas para intentar evitar que los legisladores rechacen los vetos presidenciales a las leyes de aumento a las jubilaciones y pensiones, la declaración de emergencia en discapacidad, la moratoria previsional y la creación de un fondo de ayuda a la ciudad de Bahía Blanca.
En primer lugar, el jefe de Gabinete Guillermo Francos reconoció que dialogó con varios legisladores antes del inicio de la sesión. En ese sentido, aseguró que “estamos tratando de convencer a la mayoría del Parlamento del daño que hace insistir con estas leyes que imponen aumentos de jubilaciones y el incremento del bono, sin tener en cuenta el impacto presupuestario que eso tiene”.
Francos insiste con la falta del dictamen de comisión
En declaraciones efectuadas a Radio Mitre, el ministro coordinador reconoció no saber si el oficialismo contaba con los votos necesarios para mantener los vetos, aunque pidió "comprensión" a los legisladores la decisión tomada por el presidente y con respecto a ésta sostuvo que “puede parecer dura en el corto plazo para algunos sectores, pero es buena para el país en el mediano y largo plazo”.
Por otra parte, Francos dejó en clara su postura y afirmó que las leyes que fueron finalmente vetadas por Milei no contaban con el dictamen de comisión, es decir, un requisito fundamental que obliga a la oposición a juntar dos tercios de los votos necesarios para que puedan ser tratados en el recinto.
Con respecto a esa cuestión, el funcionario señaló que "el veto que dictó el presidente, con una argumentación de 30 páginas, e ir al recinto sin un dictamen de comisión es poco serio”, remarcó.
Finalmente, Francos dio a entender que todo se trató de una maniobra pergeñada por la oposición por la cercanía de del proceso electoral y aseguró que “como ven que el Gobierno está fuerte en el consenso popular para las elecciones, quieren horadarlo. Tendrán que enfrentarse después con la realidad”.