Luego de que la semana pasada, los abogados defensores de Cristina Kirchner pidieran 15 años de prisión para Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, el juicio contra la banda de "los copitos" por el intento de asesinato de la expresidente se retomó con los alegatos de la Fiscalía.

Tras la audiencia de este miércoles, se prevé que los últimos en exponer sus alegatos sean los defensores de los acusados, lo cual está pautado para fin de mes. El delito que se les imputa a Sabag Montiel y Uliarte es el de “homicidio agravado” en grado de tentativa, mientras que se solicitó la absolución de Nicolás Carrizo.

Ante el Tribunal Oral Federal N°6, la fiscal Gabriela Baigún aseguró que el ataque a Cristina Kirchner fue premeditado, ya que "los imputados simularon ser seguidores de la exmandataria para infiltrarse entre la gente" y también "pretendieron garantizarse que ella y su custodia no pudieran repeler el ataque".

La fiscal sostuvo que Sabag Montiel "recorrió la zona en los días previos para evaluar cómo era la dinámica de la llegada de Cristina a su domicilio y el contacto con sus seguidores, a quienes saludaba, se sacaba fotos, firmaba libros". "El ataque fue llevado a cabo mediando violencia de género y violencia política. Cristina Kirchner fue atacada por su condición de mujer y para que no pudiera seguir desempeñando su vida política", remarcó.

En su exposición, Baigún además exhibió un video que muestra el recorrido de Sabag Montiel y Brenda Uliarte en las horas previas al ataque. “Estuvieron todo el día juntos. Culminaron el recorrido en Juncal y Uruguay, la esquina donde vivía Cristina Kirchner. Ambos se infiltraron entre la militancia", continuó.

"Allí Sabag Montiel emergió entre la multitud, empuñó un arma de fuego, extendió el brazo y, a pocos centímetros del rostro de la expresidenta, gatilló una vez", detalló. E insistió en que "el ataque no se podía prever ni repeler de antemano".

“No hubo un déficit de la custodia. El atentado fue cometido de forma subrepticia", planteó Baigún, quien además exhibió chats y audios para sostener la hipótesis de que el atentado fue respaldado con inteligencia previa.

En lo que refiere a Carrizo, conocido como el "jefe de los copitos" porque llevaba adelante la administración de la venta de copos de azúcar, los representantes legales de Cristina Kirchner pidieron su absolución por el beneficio de la duda.