El gobierno bonaerense salió a desligarse de los violentos incidentes ocurridos en el estadio Libertadores de América Ricardo Enrique Bochini y apuntó contra la Conmebol, quien es el encargado de organizar el torneo.
En ese sentido, el ministro de Seguridad bonaerense Javier Alonso defendió el accionar de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y aseguró que fue la propia fuerza la que sugirió "suspender el partido (entre Independiente y la U de Chile) en el primer tiempo", debido al accionar de la hinchada chilena que comenzó a arrojar objetos a la plata donde se ubicaba la parcialidad roja.
En declaraciones efectuadas a Infobae en Vivo, el funcionario bonaerense también apuntó contra la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), quien es el organismo organizador de la Copa Sudamericana. En ese sentido, aseguró que fue desde allí donde descartaron desalojar del estadio a la parcialidad visitante.
Sobre esta cuestión, Alonso señaló que “siempre los partidos internacionales organizados por FIFA o por Conmebol recibieron público visitante, incluso cuando desde la provincia habíamos prohibido ese ingreso. Sin embargo, los protocolos de la competencia de la Copa Libertadores exigen a los clubes la presentación de un plan operativo; ninguno de esos protocolos se cumplió”.
Críticas a la seguridad privada y al protocolo de actuación
Prosiguiendo con su explicación, el ministro bonaerense remarcó que “los hinchas llegaron en el horario establecido, se coordinó el traslado con la Policía de la Ciudad, ingresaron a la cancha y no hubo disturbios afuera. Lo que ocurrió fue ya adentro, y allí la responsabilidad era de la seguridad privada”.
“No había una línea de seguridad privada que impidiera a los hinchas balconear hacia la parte de abajo. Eso fue clave para que la situación se descontrolara”, añadió, dejando en claro que el rol de la policía es brindar seguridad y controlar en las afueras del estadio.
Con respecto al rol ejercido por los efectivos ya fuera del estadio, donde se pudo ver como algunos de ellos golpearon violentamente a hinchas chilenos, Alonso detalló “la prioridad fue rescatar a quienes quedaron atrapados y garantizar la seguridad de los que no eran parte de los grupos violentos” y a raíz de algunas refriegas fueron detenidas 111 personas.
En otro tramo de la entrevista, Alonso dejó en claro que la policía no iba a reprimir bajo ningún punto de vista porque "había familias, mujeres y niños" y destacó que "separar a los violentos de las personas comunes fue imprescindible para evitar una tragedia aún mayor. Si el partido se hubiera suspendido a tiempo, estábamos en condiciones de desalojar el estadio sin que ocurriera nada de todo esto, pero no se cumplieron los protocolos. Lo que pasó fue consecuencia de la falta de decisión y del fallo de la seguridad privada”.
Finalmente, y tras viralizarse imágenes de hinchas de la U de Chile portando facas, lo que podría interpretarse como una seria falla en los controles de cacheo al ingreso al estadio, Alonso aclaró que "no entraron con palos; rompieron la estructura del club y usaron caños, fierros y perfiles de hierro de los escalones.”.