El grupo industrial Mirgor implementó un plan de suspensiones que afecta a aproximadamente 360 trabajadores en sus plantas ubicadas en Tierra del Fuego, específicamente en las unidades IATEC, Famar y Brightstar, dedicadas principalmente a la producción y ensamblaje de dispositivos electrónicos.
Esta medida, que se extenderá hasta diciembre, consiste en suspender la actividad una semana por mes, con turnos rotativos para el personal efectivo y contratado. El acuerdo fue alcanzado en mayo entre la empresa y los sindicatos con el objetivo de evitar despidos y mantener los empleos, en un contexto marcado por la caída en las ventas y las modificaciones en la política arancelaria que facilitaron la entrada de productos importados.
El mecanismo acordado contempla que, durante los días de suspensión, los trabajadores perciban el 50% de sus salarios en concepto no remunerativo, lo que busca sostener el ingreso neto en medio de la reducción de la actividad. Así se cumple con lo establecido en el artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo, combinando componentes remunerativos y no remunerativos para preservar los puestos.
Las razones
El origen de esta situación se relaciona con el decreto 333/2025, que eliminó gradualmente los aranceles a la importación de celulares, bajando inicialmente del 16% al 8% y planificando su eliminación total a partir de enero de 2026. Además, se redujeron los impuestos internos para abaratar los precios en el mercado local, lo que según la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) afectó la competitividad de la industria fueguina y aceleró la caída de la demanda interna.
Desde la UOM señalaron que inicialmente Mirgor había planteado un plan de despidos que contemplaba la reducción de 200 empleos, pero tras negociaciones se optó por suspensiones rotativas que impactarán a unos 500 trabajadores durante una semana al mes en la producción de celulares. Los sindicatos destacaron que aspectos salariales como vacaciones, aguinaldo y premios no se verán afectados por estas suspensiones.
Mientras tanto, las plantas de Mirgor dedicadas a la fabricación de autopartes y televisores continúan operando con normalidad, ya que las medidas solo alcanzan a las líneas de telefonía móvil, uno de los sectores más afectados por la apertura comercial.
Los representantes sindicales y la empresa coinciden en que la continuidad laboral dependerá de las decisiones macroeconómicas y regulatorias que se tomen en los próximos meses, en un marco de contracción del consumo y creciente competencia de productos importados.