En un hecho que llamó la atención dentro del escenario político porteño, Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, figuras emblemáticas del PRO, volvieron a verse las caras tras un largo período de distanciamiento. El encuentro tuvo lugar la mañana del miércoles en una confitería ubicada en Palermo.
Macri llegó a la cafetería Tabac, situada en Avenida del Libertador al 2300, acompañado por su primo Ángelo Calcaterra, empresario del sector de la construcción. En una mesa cercana se encontraba Rodríguez Larreta, quien es un habitual visitante del lugar y recientemente lanzó una fuerza política propia, Volvamos Buenos Aires, con la intención de obtener representación en la Legislatura porteña.
El saludo entre ambos fue breve pero cargado de significado: un apretón de manos que, en un momento en que el PRO atraviesa dificultades electorales y pierde peso político a pesar de sus alianzas con La Libertad Avanza, podría marcar un primer paso hacia una reconciliación.
Si bien previamente coincidieron en la gala que organizó la embajada de Brasil en el Teatro Colón, ese encuentro había sido distante y sin contacto directo. El vínculo entre Macri y Rodríguez Larreta se había tensado luego de que este último optara por presentarse con una lista propia en las elecciones porteñas de mayo.
El contexto actual es distinto al que se vivió tras la derrota de Javier Milei en la provincia de Buenos Aires, cuando Macri y su entorno mantuvieron un silencio prudente frente a los resultados electorales. Por su parte, Rodríguez Larreta, quien asumirá como legislador de la Ciudad en diciembre, manifestó su apoyo a los candidatos impulsados por Elisa Carrió en las elecciones nacionales del 26 de octubre.
Ante este escenario, la breve pero significativa interacción en Palermo abre la posibilidad de un eventual acercamiento entre ambos dirigentes, que en su momento fueron los pilares de Juntos por el Cambio y del PRO.