El diputado nacional Alberto Benegas Lynch afirmó este viernes que el Congreso se ha convertido en "el cortocircuito del progreso y la reconstrucción" del país. En una entrevista con Radio Rivadavia, reconoció que el Gobierno comete errores, pero destacó que existen personas con buena voluntad para corregirlos.

Benegas Lynch destacó el trabajo del Poder Ejecutivo, señalando que en poco más de un año se logró consolidar y ordenar el Banco de la Nación, que anteriormente estaba en una situación caótica. Sin embargo, criticó duramente al Congreso por obstruir las iniciativas necesarias para avanzar.

En relación con el reciente aumento del Riesgo País, que superó los 1400 puntos en medio de una fuerte tensión cambiaria, el legislador opinó que este indicador refleja "el riesgo de los políticos". Explicó que muchos miembros del Congreso carecen de convicciones y juegan con los intereses de los argentinos como si fuera un juego, afectando la confianza en las medidas gubernamentales.

El diputado libertario manifestó que, por primera vez, se intenta implementar los 10 puntos del Pacto de Mayo, que considera fundamentales para construir un país decente, pero que estas acciones están siendo saboteadas, lo que justifica la subida del Riesgo País.

Sobre la dinámica política, Benegas Lynch recordó que en 2023 no existía un partido fuerte para competir, por lo que fue necesaria una alianza con otros sectores. Mencionó que algunos diputados que inicialmente apoyaron el gobierno ahora se oponen, lo que atribuye a un temor a convertirse en "chivo expiatorio".

Además, afirmó que el mercado percibe la tensión entre el Congreso y el Ejecutivo, y que esto influye en la confianza. En este sentido, dijo: "El mercado percibe que alguien que le está tirando bombas al Gobierno desde el Congreso... dice: ‘Hoy no es el momento’. Veamos qué puede hacer Milei en octubre".

Respecto a la oposición, Benegas Lynch criticó la resistencia a medidas en áreas como jubilaciones, discapacidad y universidades. Atribuyó esta situación a que durante 20 años el kirchnerismo manejó estos sectores, introduciendo militantes y punteros que dificultan el cambio ahora que gobierna un sector no peronista.