El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, se enteró en vivo, de la decisión del Gobierno de suspender las retenciones a todos los granos hasta el 31 de octubre. Visiblemente sorprendido, Pino subrayó la necesidad de evaluar con precisión las consecuencias económicas de la decisión oficial.
Según estimaciones, cerca de 10 millones de toneladas de soja podrían verse alcanzadas por el beneficio. Por este motivo, solicitó al Instituto de Estudio Económico de la SRA un informe detallado para medir el alcance real y los recursos fiscales disponibles.
En sus primeras declaraciones, el dirigente lamentó que “lamentablemente, no se incluyó la carne, por más que tanto insistimos con este sector, que es tan necesario para el país”. Y añadió que la eliminación de retenciones para los granos “es algo que venimos reclamando desde hace muchos años, no por un simple capricho, sino porque la retención tiene un efecto totalmente contrario a lo que buscamos: perjudica la producción, restringe las inversiones y obliga a extremar el cuidado de los gastos”.
También advirtió que este impuesto “distorsiona el mercado, ya que no permite competir en igualdad de condiciones con nuestros vecinos, que son grandes productores como nosotros”. De cara al corto plazo, consideró que “es probable que quienes cuenten con granos o productos aprovechen esta ventana de oportunidad”.
Pino remarcó que la medida rompe con la lógica habitual de los gobiernos: “Cuando tienen una necesidad de dinero, sea por el motivo que sea, habitualmente nos acostumbran a anunciar subas de impuestos. Por eso, esto nos sorprende, porque se trata de una baja. Me parece una buena medida”.
La Reunión del Gobierno con la Mesa de Enlace
Horas más tarde, el dirigente confirmó que fue convocado a una reunión con la Mesa de Enlace en la Secretaría de Agricultura, encabezada por Sergio Iraeta. Allí participaron también funcionarios de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) y del Ministerio de Economía. Pino destacó que, a pesar de mantener un contacto cotidiano con el Palacio de Hacienda, la baja de retenciones “no nos había sido comunicada previamente”.
Tras el encuentro, declaró: “Nos pusieron al tanto de cómo se había tomado esta decisión, que se definió hoy en horas de la madrugada”. Además, relató que intercambió mensajes con el presidente Javier Milei: “Le pedí que lo ideal sea que, cuanto antes, esta medida pueda decidirse de manera permanente. El Presidente me respondió lo de siempre, que ojalá la baja de impuestos pueda ocurrir lo más rápido posible”.
Pino celebró la novedad: “Tantos años pidiendo una medida, y al final se nos da. Es la primera vez que un Gobierno, que está pasando por un momento difícil, en vez de subir impuestos o inventar uno provisorio que después queda para siempre, como al cheque, decidió bajar por 40 días las retenciones no solo a los granos, sino también a la carne bovina y el pollo, como también lo comunicaron en la reunión y que mañana o pasado estará oficializado en el Boletín Oficial”.
De todos modos, reconoció que algunos productores ya expresaron quejas, ya que habían vendido parte de su cosecha antes del anuncio, y advirtió sobre dificultades en los contratos de arrendamiento rural. Estos pagos, que se fijan en función del precio de la soja, podrían complicarse en octubre, dado que la cotización ya alcanzaba los $500.000 por tonelada tras conocerse la medida.
Pese a las incertidumbres, el titular de la SRA sostuvo que su objetivo es lograr que esta reducción se convierta en una política estructural: “Estoy convencido, no me cabe duda, que el camino trazado es con ese destino. Ojalá eso pueda suceder más rápido que tarde para realmente terminar con este impuesto tan distorsivo, que muchos políticos lo asumen como suyo”.