La investigación por el brutal triple femicidio que conmocionó a Florencio Varela sumó un nuevo avance con la detención de Lázaro Víctor Sotacuro, de 41 años y nacionalidad peruana, en la localidad boliviana de Villazón, cerca de la frontera con Argentina.
Sotacuro, reconocido como el conductor de la camioneta blanca en la que las víctimas Brenda Del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez fueron vistas por última vez, se encontraba prófugo y era uno de los más buscados por las autoridades.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, junto con el gobernador de Jujuy, Carlos Sadir, confirmaron la captura en sus redes sociales, destacando la colaboración entre la Policía de Jujuy y las fuerzas federales argentinas que siguieron su rastro desde Santiago del Estero hasta la frontera con Bolivia.
“En instantes será trasladado a dependencias de la DFI de la PFA”, informó Bullrich, y agregó que ya se inició el proceso de extradición para que Sotacuro pueda responder ante la Justicia argentina.
En diálogo con TN, la secretaria de Seguridad Nacional, Alejandra Monteoliva, detalló que “sabemos que es propietario de uno de los vehículos vinculados en el hecho y que por eso se habría dado a la fuga. Esta noche, entre las 20 y las 20:30, fue aprehendido en el límite de la ciudad de Villazón”.
El contexto
El triple crimen salió a la luz cuando los cuerpos de las jóvenes fueron hallados enterrados y con evidentes signos de tortura en una vivienda de Florencio Varela. Hasta el momento, cinco personas fueron detenidas en relación con el caso.
Sotacuro representaba una pieza clave en la investigación, ya que fue la última persona vista con las víctimas antes de que ocurriera el asesinato.
Además, la Justicia emitió una orden de captura nacional e internacional contra Victoriano Tony Janzen Valverde, alias “Pequeño J”, señalado como el presunto autor intelectual del crimen, y también busca a Matías Agustín Ozorio, de 28 años, considerado su mano derecha.
Los investigadores creen que Valverde lidera una organización criminal que planificó el asesinato, desde la trampa en la fiesta hasta la transmisión en vivo del hecho, convirtiéndolo en el delincuente más buscado del país.