Entrevista al médico y escritor Ezequiel M.Wagner sobre su nueva novela

Ezequiel Martínez Wagner, médico pediatra y escritor, conversa sobre su trayectoria literaria y su más reciente novela, Suelta de Globos: Cuando la muerte está de guardia, un thriller médico donde el suspenso se mezcla con la realidad de la medicina.
Del Fondo Editorial
Créditos: Del Fondo Editorial
Por: Olivia Regis

Ezequiel Martínez Wagner, nacido en Buenos Aires en 1992, es médico pediatra y escritor. Desde los 12 años escribe ficción y combina su pasión por la literatura con la gastronomía y la medicina. Es autor de El Anatomista (2022), Copérnica (2024) y Suelta de Globos (2025).

Sus obras recorren géneros como thriller, suspenso, drama y ciencia ficción, sin encasillarse en etiquetas. Actualmente reparte su tiempo entre la escritura, la comunicación gastronómica, la asistencia médica y la creación de guiones para cine y series.

1- Empezaste a escribir ficción a los 12 años. ¿Cómo recordás esos primeros acercamientos a la escritura?

Empecé leyendo, como muchos de mi generación, Harry Potter, pero no fue hasta que me encontré con los policiales de Agatha Christie que me animé a intentarlo yo también. Tenía un profesor de literatura que nos incentivaba a escribir: nos proponía disparadores que podíamos continuar como quisiéramos, y quienes lo deseábamos leíamos nuestros textos frente a la clase.

Poco a poco se me fue abriendo un camino que terminó por apasionarme. Recuerdo que mi primer escrito semilargo fue un policial en un crucero, sin haber puesto nunca un pie en uno. Me gusta ver cómo, veinte años más tarde, sigo escribiendo ese mismo género.

2- ¿Qué te llevó a dar el paso de publicar tu primer libro, El Anatomista, en 2022?

Con El Anatomista la historia fue bastante particular. En 2020 yo estaba preparando todo para autopublicar Suelta de Globos y justo ese año se me ocurrió escribir, de un tirón, un policial sobre médicos. Mientras hacía los últimos ajustes de Suelta, decidí mandar el manuscrito de El Anatomista a un par de editoriales y probar suerte.

Finalmente la suerte me encontró en el lugar indicado: una editorial aceptó la novela y tuve que poner en pausa la autopublicación de la otra. Todo lo que pasó después fueron golpes de suerte que me encontraron en el lugar correcto, en el momento indicado.

3- Además de la literatura, escribiste reseñas gastronómicas y vinos. ¿Cómo influyó esa experiencia en tu mirada como escritor?

Las reseñas gastronómicas y enológicas me dieron marco y estructura para ciertas narraciones, además de un poco de entrenamiento en la decoración de las descripciones. Si bien me caracterizo por escribir textos más lineales, priorizando las acciones y reflexiones, cada tanto me doy el lujo de volver a esos tiempos y ponerme un poco más descriptivo.

Lo otro que aprendí es que se puede trabajar de escribir. Y, aun habiendo convertido la escritura en un oficio, seguí disfrutándola. Eso me ayudó a convencerme de que este era el camino correcto.

4- ¿Qué autores o libros te marcaron y siguen influyendo en tu estilo literario?

Así como mencioné en la pregunta "1", J.K. Rowling y Agatha Christie fueron las grandes propulsoras de mi lecto-escritura. Con el tiempo fui volviéndome muy afín a la tensión narrativa de Stephen King. Me apasiona la simpleza de Cortázar y, en los últimos tiempos, me ha sorprendido la capacidad creativa de Sanderson.

5- Sos médico pediatra y escritor: ¿cómo conviven estas dos vocaciones en tu vida cotidiana?

Hoy por hoy me reparto el tiempo entre escribir, ejercer la pediatría y ser comunicador gastronómico. Lo bueno de tener un huevo en cada canasta es que no me aburro de ninguna actividad, no llego a sentir la extenuación mental de que mis trabajos se vuelvan “rutina” y, por suerte, al menos por ahora, puedo disfrutar de las tres cosas sin problema.

Si bien me gustaría poder dedicarme cada vez más a la literatura, este balance me ayuda a que ninguna semana sea igual a la anterior, y eso me permite descubrir nuevas cosas sobre las que escribir. Tres de mis dos libros publicados son thrillers médicos. De no ser médico, no podría haberlos escrito. Y de no ser escritor, tampoco.

6- ¿Qué similitudes encontrás entre el trabajo médico y la escritura de ficción?

El médico es, en cierto modo, el detective de las enfermedades. Más aún en pediatría, donde muchos de nuestros pacientes no hablan y no pueden contarte qué les pasa.

Resolvemos acertijos, y cuando escribo, un poco hago eso también. Mis thrillers y policiales suelen girar alrededor de un gran acertijo que resolver, ese rompecabezas que, como los niños, no te lo voy a explicar.

Mi intención es que, junto al protagonista de la historia, el lector pueda ir reconstruyendo el rompecabezas que tanto me esmeré en desarmar.

7- ¿Tu experiencia en hospitales y con pacientes influyó en la forma en que abordás la escritura de temas delicados?

Temas delicados + medicina: 100%. Muchos de los temas que abordo los narro desde mi propia experiencia. Desde los prejuicios que tenía antes de exponerme a ellos, pasando por mi deconstrucción y reensamble tras verme desarmado por alguna cuestión ética, siempre con el cuidado de no ofender, haciendo todo lo posible para evitar ser malinterpretado.

Hay muchas cosas que pasan en los hospitales que la gente no sabe, tanto feas como lindas. Mi idea es traer parte de ese mundo a los libros y, de ahí, a todos.

8- ¿Cómo equilibrás la rigurosidad de la medicina con la libertad creativa de la literatura?

La medicina no es tan rigurosa. Siempre se dice que "cada médico tiene su librito". Si bien contamos con algoritmos como guía, a mí, por ejemplo, cuando nació mi hijo no me hicieron falta más de 24 horas para dejar de respetar muchas de las indicaciones que yo mismo daba a padres primerizos.

Por otro lado, ese aspecto detectivesco de la medicina te obliga a explorar todas las posibilidades diagnósticas antes de llegar a un diagnóstico. Y esa "exploración" no es otra cosa que buscar posibles soluciones a una incógnita. Así ejerzo, y así escribo.

9- Tus obras van del thriller y suspenso al drama y la ciencia ficción, sin encasillarte en un género. ¿Cómo decidís el tono o el género de cada historia?

Apenas decido el género con la premisa. Pero el tono me lo da la historia misma cuando la termino. Suelta de Globos, por ejemplo, es un thriller médico, con una premisa clásica de policial. Pero es un libro enmarcado en el género para, dentro de él, explorar muchísimas cuestiones que le escapan al mismo: la humanidad, la vida y la muerte, los cuidados paliativos, la dignidad al momento de morir, y suficientes cuestiones que, relatadas de otro modo, tranquilamente podrían formar un drama. Decido el género con la premisa; el tono me lo termina dando el relato mismo.

10- ¿Tenés algún ritual o momento del día en que preferís escribir?

Por lo general, estoy un par de meses anotando: primero ideas en un bloc de notas y, finalmente, un lineamiento de capítulos en un Excel, a lo escaleta o “escritor-brújula”, como le dicen ahora.

Una vez que tengo ese croquis terminado, trato de encontrar un buen hueco en mis actividades para sentarme y escribir todo lo que puedo. Siempre con música tranquila y un café (que dura poco). El Anatomista, por ejemplo, lo escribí en un mes.

11- ¿De dónde surgen tus ideas: experiencias personales, lecturas, conversaciones, noticias, o algo más?

Mis ideas muchas veces proviene de la lectura. Imaginar hacia dónde va la historia que estoy leyendo, y ver que el autor tomó una decisión distinta a la que yo habría tomado, muchas veces me permite guardarme esa idea para mí.

Mis experiencias médicas ayudan mucho, y las noticias más ridículas suelen ser buenos motores creativos.

12- ¿Qué rol juegan la corrección y la reescritura en tu proceso creativo?

Me apasiona la primera escritura de la novela. La corrección es un poco más tediosa y me lleva mucho tiempo, pero es la que termina haciendo que la novela se eleve, sobre todo si hay algún profesional que me asista en el proceso.

Suelta de Globos, por ejemplo, la reescribí por completo luego de cuatro años de irla revisando. Fue darme cuenta de que, cambiando al narrador, podía lograr una historia mucho más potente y tener el valor para borrar todo de un plumazo e iniciar de cero. Costó, pero valió la pena.

13- Publicaste El Anatomista (2022), Copérnica (2024) y Suelta de Globos (2025). ¿Qué aprendiste de cada experiencia de publicación?

El Anatomista me sumergió en el mundo de los escritores y de las editoriales. Aprendí mucho sobre qué me gusta a la hora de publicar y con qué no volvería a ceder.

Copérnica me sirvió para amigarme de nuevo con el mundo editorial: pude presentar el libro en un lugar de ensueño y fui por primera vez a la Feria del Libro.

Suelta de Globos me cumplió el sueño de estar en todas las librerías del país, de aprender a trabajar con varios equipos en diversos ambientes del mundo editorial, y me hizo conocer gente nueva e increíble. Cada paso fue necesario, y de todos me llevo algo. No cambiaría nada.

14- ¿Qué esperás que un lector se lleve de tus libros, más allá de la historia?

Yo escribo, en primera instancia, para entretener. Me gusta poder sacar a alguien de su mundo diario y que me regale un par de horas de su tiempo.

Si puedo, si me encuentran en el texto, me gusta que me conozcan: que sepan lo que pienso, que ojalá algunos de los subtextos los ayude a entender cosas en las que no habían pensado, o los ayude a resolver cuestiones similares a las de mis historias. Si alguien se lleva algo más que una sonrisa de mis libros, yo me siento un tipo cumplido.

15- Actualmente dividís tu tiempo entre la escritura, la medicina, la gastronomía y la creación de guiones. ¿Qué proyectos literarios o de otro tipo tenés en mente para los próximos años?

Seguir escribiendo. Hoy la ficción es lo que me mueve: novelas, cuentos, relatos. Ando escribiendo guiones también, por lo que, dentro de mis sueños, está también ver mis historias en el mundo audiovisual. Pero creo que, con poder escribir y vivir de esto, yo estaría más que satisfecho.

Si soy honesto, el solo hecho de tener un libro en físico, de ver mis palabras impresas con una tapa, en una librería, en manos de alguien, es lo más grande que cualquier escritor puede pedir. Y eso ya me pasó. Todo lo que vino después es un regalo.

Si vienen o no más cosas, no sé ni quiero saberlo. Pero, por las dudas, voy a seguir trabajando para que pasen.

Suscribite a nuestro newsletter
* Recibirás emails de cada publicación semanal
Notas relacionadas
Con tu suscripción al Newsletter de Border Periodismo recibirás emails de cada publicación semanal.
* Recibirás emails de cada publicación semanal