Ariel Giménez, uno de los detenidos por el tripe crimen de las chicas de La Matanza que aparecieron asesinadas en una casa de Florencio Varela declaró ante la Justicia y aportó nuevos datos para la investigación que busca desentrañar quienes y por qué mataron a Morena, Brenda y Lara.
Si bien, todo apunta a una venganza narco, y la detención de Pequeño J y su ladero Matías Ozorio puede considerarse fundamental para la causa, los investigadores están armando un rompecabezas para determinar si por encima de ellos hay más personas involucradas.
Qué dijo el hombre sospechado de cavar el pozo en la vivienda de Florencio Varela
Durante su declaración, Giménez aseguró que “lo hice por droga y por plata", mientras los encargados de la pesquisa creen que el joven fue quien cavó y tapó el pozo donde enterraron los cuerpos de las chicas. Sin embargo, piensan que el joven miente, ya que en su exposición aseguró no saber que las chicas estaban enterradas allí y que tampoco vio los cuerpos.
Según la versión del Giménez, Celeste González vio una historia suya escuchando música y le ofreció alquilarle un parlante por $ 30.000, de los cuales 20.000 serían en drogas y 10.000 en efectivo. Según el relato del sospechoso, un hombre llamado "Gonzalo" fue a buscar el parlante en un vehículo de alquiler, pero al no poder probarlo en la casa de Giménez, le solicitó que lo acompañara a otra vivienda, que era en Florencio Varela, donde ocurrió el crimen.
Giménez habría bajado unas cuatro cuadras antes del auto, donde le entregaron droga y dinero y regresó a su casa. Además, asegura que pasó toda la noche en la casa de una mujer que podría ser llamada a declarar para comprobar si los dichos del hombre son coincidentes.
Supuestamente, al día siguiente, Giménez intentó comunicarse con la pareja que le había alquilado el parlante y, durante esa transacción fue que le habrían ofrecido un "trabajo", que era cavar un pozo. Junto a él se encontraba otra hombre que se retiró y que no habría llegado a realizar la tarea.