La investigación por el doble femicidio en Córdoba escaló a una causa aún más grave con la casi total confirmación de un tercer crimen. El funcionario de Entre Ríos, Néstor Roncaglia, confirmó que el cuerpo desmembrado hallado en la provincia pertenece al chofer Martín Palacios "en un 99%".
En una conferencia de prensa junto al jefe de la Policía provincial, Claudio González, Roncaglia explicó que, si bien la identificación es virtualmente un hecho, todavía faltan las pruebas definitivas. Esto se debe a que los restos encontrados corresponden a un torso desmembrado, que no incluye los miembros superiores ni la cabeza.
El trabajo de Policía Científica
Actualmente, la Policía Científica trabaja en el cotejo de los tatuajes del cuerpo, un indicio fuerte para la identificación. Además, ya se ordenó la autopsia y un análisis de ADN para confirmar de manera irrefutable la identidad de Palacios.
Martín Palacios es el remisero que fue contratado por el presunto doble femicida, Pablo Laurta (39), en el inicio de su fuga. Sin embargo, los investigadores tienen un giro clave en el caso: el vínculo entre el acusado y el chofer está bajo intensa investigación.
Un video de una cámara de seguridad en Concordia muestra el momento en que Laurta y Palacios se encontraron. La imagen capturó una secuencia que llamó poderosamente la atención de los investigadores: Laurta y Palacios se saludaron con un beso. Este gesto plantea la firme sospecha de que el presunto asesino y el hombre desaparecido se conocían de antemano, desmintiendo la idea inicial de un simple encuentro laboral.
La detención de Laurta se produjo en Gualeguaychú, cuando intentaba cruzar a Uruguay con su hijo de 5 años. La captura fue producto de un intenso seguimiento policial y el análisis de cámaras que rastrearon el vehículo Toyota en el que se movía.
Ese mismo vehículo, que fue clave en la captura, apareció luego incendiado en un campo privado. Vecinos de la zona testificaron haber visto al acusado bajarse solo, rociar el auto con nafta y prenderlo fuego antes de alejarse, lo que refuerza la hipótesis de que Palacios ya había sido asesinado.
La autopsia del torso y el análisis de ADN serán cruciales para cerrar el círculo sobre la identidad de Palacios y formalizar la imputación contra Laurta por lo que ahora se investiga como un posible triple crimen.
