Un psicólogo llamado Alfredo fue víctima de un ataque de “viudos negros”. Un hombre al que había conocido a través de una aplicación de citas lo drogó y permitió el ingreso de dos cómplices, quienes luego lo torturaron. El hecho ocurrió el pasado viernes, cuando el profesional, oriundo de Misiones, invitó a cenar al joven que actuó como señuelo.
En una entrevista con TN, la víctima contó que había hablado con su agresor durante un mes, y en ningún momento sospechó que, al invitarlo a su departamento (ubicado en el barrio porteño de Palermo) viviría una situación así.
"Pasado ese mes, que hablábamos un montón, ese viernes, él pasa a saludar y a cenar en casa", dijo el damnificado. El sospechoso le había propuesto una salida, pero Alfredo se sentía cansado y prefirió recibirlo en su vivienda con una tarta y unas cervezas.
Gutiérrez le comentó que no consumía cerveza y le ofreció traer vodka. Él solo tomaba gaseosa, mientras que el invitado se bebió casi todo su vaso.
"Cuando yo fui al baño, él puso algo en mi vaso. Tipo 12:30, seguimos con la conversación normal, estábamos mirando un programa de entretenimiento. De repente, pestañeo, y cuando vuelvo abrir los ojos estoy solo con ropa interior en mi cama, con las muñecas atadas y con tres tipos atándome los pies", precisó.
Alfredo aseguró que nunca sintió que se desvanecía ni ningún tipo de malestar: "La sensación no es ni desvanecerse, la sensación es cerrar los ojos y volver a abrir. O sea, no me sentí mal, ni sentí ningún mareo, nada". Mientras él estaba en ese estado, el atacante dejó entrar a dos cómplices.
Conforme a su testimonio, estuvo inconsciente durante tres horas y, cuando despertó, la tortura se extendió por al menos una hora.
Apenas abrió los ojos, uno de los cómplices comenzó a "patotearlo". "Él me empieza a decir que es trabajo, que lo que están haciendo es trabajo, y les decía a los chicos que me están atando que hagan su trabajo, que me aten", detalló.
Luego de suplicarle piedad a Gutiérrez, cosa que no funcionó, el cómplice mencionado le daba golpes. Hasta que, de repente, sacó un cuchillo de la cocina y con él, le apuntó al psicólogo. "Creo que estaba bajo alguna sustancia, porque estaba muy eufórico y con los ojos muy negros. Para mí, había consumido algo más y eso lo hacía más violento aún”, añadió Alfredo.
En medio del brutal ataque, los "viudos negros" exigían "plata, dólares". La víctima les dijo dónde estaba el dinero del alquiler, 500 mil pesos, con la esperanza de que lo agarraran y se fueran, pero lamentablemente no sucedió.
El profesional de la salud mental gritó dos veces el nombre de su vecina para intentar conseguir ayuda, pero, a su vez, enfureció al agresor, quien lo golpeó en la sien y "empezó a jugar con el cuchillo". Tras varios movimientos y una puñalada que logró esquivar, recibió dos puntadas: una en el antebrazo y otra en el cuádriceps.
Mientras tanto, los otros dos atacantes buscaban objetos de valor en el departamento y, finalmente, le robaron sus ahorros, el dinero del alquiler, dos celulares, una computadora, ropa, incluso sus llaves. Solo le dejaron otras dos computadoras, sus herramientas de trabajo, "porque no tenían dónde ponerlas".
Cuando los ladrones se fueron, Alfredo se levantó, pero no pudo caminar porque tenía el cuádriceps desgarrado. Apenas se recompuso, le solicitó ayuda a una vecina y ella lo llevó al hospital. Tras ser atendido, realizó la denuncia. Por ahora, la causa sigue bajo investigación y los agresores todavía no fueron identificados.



