La Ciudad Autónoma de Buenos Aires enfrenta una cruda realidad de salud mental que se cristaliza en una estadística alarmante: un informe reciente del Ministerio Público Tutelar (MPT) reveló que, en promedio, al menos un niño, niña o adolescente es hospitalizado cada día en la ciudad por riesgo suicida. Esta cifra, que analizó 596 notificaciones de internaciones de menores de 18 años durante 2023 en el sistema de salud público y privado, expone una crisis que exige una respuesta urgente y sistémica.
El estudio subraya que la fragilidad emocional no distingue edad, aunque el foco se concentra en la pre adolescencia: más de la mitad de los pacientes, el 55%, tenía menos de 15 años, con la franja de 13 a 15 años concentrando casi la mitad de los casos. La Asesora General Tutelar, Carolina Stanley, enfatizó que estos datos “nos interpelan como sociedad y nos convocan a fortalecer las redes de cuidado y acompañamiento”.
Más mujeres en las estadísticas
El desbalance de género también es notorio: el 77,2% de las internaciones corresponden a mujeres, un dato que coincide con las tendencias internacionales donde las adolescentes concentran la mayor frecuencia de intentos, mientras que los varones predominan en los suicidios consumados. En cuanto a las acciones de riesgo, el 90% de las internaciones se debieron a ideación o intentos, siendo la sobre ingesta medicamentosa el método más recurrente.
El informe vincula esta situación con un clima de vulnerabilidad social y emocional en los entornos de los menores, donde el acoso escolar (bullying) emerge como un factor central. Las estadísticas educativas son preocupantes: un 21% de los niños más pequeños no comparte su malestar con nadie, y el 62,4% de los adolescentes reconoce haber sido víctima o testigo de bullying, con la escuela como el epicentro de la problemática.
Ante esta situación, el MPT promueve el Programa Convivencia Respetuosa entre Pares, que busca desnaturalizar la violencia y el acoso mediante el diálogo y la participación activa de los menores, buscando soluciones sostenibles donde la escucha es la herramienta fundamental.
La urgencia del tema implica que las autoridades sanitarias y las redes de apoyo deben estar permanentemente activas. La línea Salud Mental Responde del Gobierno de la Ciudad y el 107 (SAME) operan las 24 horas, constituyendo los pilares para brindar asistencia y evitar que esta crisis silenciosa siga cobrando víctimas en el ámbito infantojuvenil.



