La esperada boda entre el exgobernador de Tucumán, José Alperovich, y Marianela Mirra sufrió un cambio de último momento. La pareja decidió suspender el festejo íntimo que planeaban realizar este jueves en su domicilio, en medio de la estricta vigilancia judicial.
El cronista de TN, Marcos Barroca, confirmó en vivo la noticia. Los invitados, un grupo reducido de aproximadamente 20 personas, recibieron mensajes de WhatsApp donde la pareja se disculpó e informó la cancelación de la recepción.
El motivo: temor a la revocación del arresto domiciliario
La decisión de última hora se debe al temor de Alperovich a poner en riesgo su actual situación judicial. El exmandatario cumple prisión domiciliaria en un lujoso edificio de Puerto Madero, imputado en una causa penal por abuso sexual. Alperovich teme que un evento social, incluso de carácter íntimo, pueda interpretarse por el juez como una violación a las condiciones de su arresto.
Según el reporte, Alperovich "vio que podía quedar comprometido y no quería arriesgarse a volver a Ezeiza". La cautela del exgobernador es extrema, considerando que el juez Padilla, a cargo de la causa, podría revocar el beneficio de la prisión domiciliaria en cualquier momento ante cualquier falta.
Celebración reducida y en Privado
Ante este escenario de riesgo, la pareja optó por reducir la celebración a su mínima expresión. El casamiento se concretará únicamente con la presencia del funcionario del Registro Civil y los dos testigos requeridos por ley.
El catering que habían contratado fue inmediatamente cancelado. Tras firmar el acta matrimonial, la pareja planea mantener la celebración en la más estricta privacidad, limitándose a pedir delivery para conmemorar sus 20 años de relación.
El cronista Barroca aclaró además las estrictas condiciones del confinamiento del exgobernador: el perímetro de su arresto se limita exclusivamente a su vivienda. Alperovich no está habilitado para utilizar las comodidades del lujoso edificio de Puerto Madero, como el Salón de Usos Múltiples (SUM) o la piscina, restringiendo su vida a la puerta de su departamento.



