Unos mil policías de Río de Janeiro desarrollaron un nuevo operativo contra el Comando Vermelho en el Complejo do Salgueiro, un conjunto de favelas ubicado en Sao Gonzalo, municipio del área metropolitana de la ciudad.
Según EFE, se trata de la segunda fase de la Operación Contención, la cuál produjo 122 muertes en octubre (en su primera fase) y tiene el objetivo de capturar a líderes de la organización criminal, que es una de las más grandes de Brasil.
Fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública afirmaron a la agencia de noticias citada que, por el momento, no se registraron muertos, detenidos o heridos, a pesar de que los uniformados fueron recibidos a balazos y hubo tiroteos en diversas áreas.
Además, de acuerdo a la Policía, con este procedimiento, las autoridades buscaron cumplir 44 órdenes de arresto contra miembros de la agrupación. Participaron 880 agentes de la Policía Militarizada y 120 de la Policía Civil, con el apoyo de veinte vehículos blindados y dos helicópteros.
Al igual que en la fase anterior, los integrantes de la organización montaron barricadas en las calles de acceso a las favelas para impedir el paso de los uniformados.
Detalles de la Operación Contención
La primera fase de la operación fue la más letal de la historia del país ya que terminó con 122 muertos, de los cuáles cinco eran policías. Se llevó a cabo a finales de octubre en los complejos de favelas de Penha y Alemao, lugares que también están controlados por el Comando Vermelho.
La Operación Contención tiene el objetivo de frenar el avance territorial de la organización criminal, cuyo origen se remonta a las cárceles cariocas en la década de 1970. Actualmente, posee ramificaciones en la mayoría de los estados de Brasil, así como en algunos países vecinos.
El miembro más buscado es Antonio Ilário Ferreira, un narcotraficante de 61 años apodado "Barrico" y considerado el principal jefe de los pistoleros de la agrupación en Sao Gonzalo.
El hombre cumplía una condena de 27 años en una cárcel de máxima seguridad en Mato Grosso do Sul, ubicada en la frontera de Brasil con Paraguay. Pero, se encuentra prófugo desde 2019 ya que, ese año, fue liberado gracias a un beneficio judicial.



