"La banda de Toviggino": denuncian ocupación de tierras, vinculan a Zamora y apuntan a una empresa clave de la familia del tesorero

"El uno", "el líder" y Toviggino son los apuntados por dos denunciantes que acusan un entramado político y judicial que afectó a decenas de vecinos de Colonia del Desierto en Santiago del Estero.
Por: Franco Mazzeo

Las denuncias se intensifican en Santiago del Estero a medida que se conoce más información sobre la presunta mansión de Pilar adjudicada a Pablo Toviggino, el tesorero de AFA que tiene detrás una particular red societaria controlada por sus familiares. En diálogo con #BORDER, dos hombres denunciaron que el dirigente manejaría una "banda" que se dedica a usurpar tierras en el norte de la provincia para luego venderlas en reiteradas ocasiones con "escrituras truchas".

"Tuvimos reuniones en persona con Toviggino y Daniel Zamora", el hermano de Gerardo, el ahora ex gobernador, según relataron. "A Daniel le decían 'el uno' y a Gerardo 'el lider'", agregaron.

Ricardo Simeoni y Bruno Frattari se animaron a hablar, pero son decenas los vecinos que denuncian maniobras de este tipo en la zona sobre miles de hectáreas; y todos apuntan hacia el mismo lugar.

Además de explicar cómo funcionaría "la banda de Toviggino", los denunciantes aportaron un dato clave para la investigación que se lleva a cabo en Buenos Aires. Los terrenos marcados en la denuncia "están hoy escriturados a nombre de SOMA S.R.L.", sociedad que controló Toviggino hasta 2016, hoy dirigida por su hermano Darío y el señor Mauro Paz, claves en la red societaria del dirigente. Paz, que también fue funcionario de la AFA, gerenciaba Malte S.R.L. cuando esta compró el terreno en Pilar a Carlos Tevez, para luego venderlo a Real Central S.R.L., conducida por Luciano Pantano y su madre; hoy investigados por la construcción de la mansión y como posibles testaferros.

LA DENUNCIA DE LOS PRESUNTOS DAMNIFICADOS

Bruno es uno de los primeros denunciantes. Contó que su padre compró 1768 hectáreas en 2004, en Colonia del Desierto. En 2011, padecieron una toma de tierras organizada por "gente de poder" que decía ser dueña del campo, presentando una escritura "trucha" a nombre de Damián Giménez, un hombre fallecido que era titular del registro automotor, según explicó el denunciante.

Después de años de litigar e idas y vueltas de la Justicia santiagueña, conoció a quien "está detrás de todo: Toviggino". "Me ofreció vender el campo y darme el 50%. 'Son ordenes que vienen de arriba', me dijo", contó. "Nunca me pagaron nada, y me dijeron que nunca más las iba a recuperar, al igual que mi vecino del lote de al lado", siguió.

En ese marco ingresa la historia de Ricardo, quien compró el campo en Bruno en 2012, sin saber que era de él y teniendo como intermediario a Toviggino, con quien se reunió para recorrer el terreno y confirmar la forma de pago. "Vi un anuncio en el diario, llamé y me atendió Pablo. Tuve varias reuniones y en algunas asistió también el hermano de Zamora", comenzó a narrar.

"Llegamos al acuerdo de pagar en efectivo y con maquinaria agrícola, tractores", dijo Ricardo. Además, confesó haber tenido buena relación con Toviggino, hasta que le pidió hospedar a "trabajadores" que harían una labor en taperas del terreno. Según su relato, resultaron ser "presos" armados que nunca más lo dejaron ingresar a su propiedad. "Me dijo Toviggino que el los sacaba de la penitenciaría, me lo confesó", amplió.

Al momento que comenzó a litigar, los abogados le comunicaron que se trataba realmente de tierras fiscales y debía iniciar un juicio contra el Estado de Santiago del Estero, proceso que finalmente pierde. Actualmente, esos lotes pertenecerían a la firma SOMA S.R.L. y se dividió en 3 partes de 1.200 hectáreas, que incluyen también al del vecino de Bruno y/o Ricardo.

Expediente 716511 sobre medida cautelar de 2022 contra SOMA S.R.L., impulsada a nombre del vecino de Lote 8 en la que

 

#BORDER pudo reconstruir que, originalmente, los terrenos de Colonia del Desierto no tenían escrituras privadas, ya que se trataba de tierras fiscales con un régimen de acciones posesorias. A cada habitante que se le cedían las tierras debían trabajarlas, edificar y mantenerla para conseguir los requisitos en 20 años para contar con la escritura. Según Bruno, esas tierras ya habían sido trabajadas por los anteriores dueños, hasta el momento en que su padre las compra.

Como relató el primer denunciante, en al menos tres ocasiones padecieron usurpaciones. En la primeras dos, la Justicia restituyó las tierras a los Frattari, pero de la tercera y última -en 2011- no hubo vuelta atrás, los tribunales no actuaron y comenzó el calvario para la familia hasta el día de hoy.

La diferencia con las anteriores secuencias fue un presunto respaldo político y una "organización" junto con una escribana, Ana Lía Terzano; quien casualmente es la mujer que rubrica cada una de las sociedades ligadas a Toviggino, y Fernando "Polo" Figueroa, padrastro del actual tesorero de la AFA y quien cuidaba los campos una vez ocupados.

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