La relación entre La Libertad Avanza (LLA) y el PRO atraviesa su momento más crítico. Durante la sesión en la que se trataba el Presupuesto 2026, el oficialismo maniobró para designar a las nuevas autoridades de la Auditoría General de la Nación (AGN), un movimiento que desató la furia de su principal aliado legislativo. Furia expresada en la palabra de Cristian Ritondo.
Cerca de las 3 de la mañana, la Cámara de Diputados avaló con 186 votos el nombramiento de Rita Mónica Almada (LLA), Juan Ignacio Forlón (peronismo) y Pamela Calletti (Innovación Federal). La exclusión del PRO de este organismo de control clave fue la gota que colmó el vaso para el bloque que conduce uno de los integrantes del Consejo de Mayo.
“Nulo de nulidad absoluta”
Visiblemente enojado, Ritondo tomó la palabra para denunciar que la votación fue inconstitucional. El argumento del PRO se basa en el Artículo 63 de la Constitución Nacional, que establece que en sesiones extraordinarias el Congreso solo puede tratar los temas incluidos en la convocatoria del Poder Ejecutivo.
“Esta es una violación a la Constitución. Nos vamos a presentar en la Justicia”, disparó Ritondo, dirigiéndose directamente a Martín Menem. “La falta de códigos y de respeto con los compromisos asumidos corre por cuenta de LLA y de quien preside esta Cámara”.
Con esta intervención de parte del partido amarillo se acabó lo que parecía una sintonía perfecta con el oficialismo. Desde el espacio fundado por Mauricio Macri no ocultaron su decepción. A través de un comunicado, resaltaron que el PRO ha sido el sostén del Gobierno en sus momentos más difíciles y criticaron que el oficialismo haya preferido “pactar con el kirchnerismo de noche” para repartirse cargos en lugar de honrar la alianza con sus socios naturales.
Para el PRO, esta designación no fortalece el control del Estado, sino que lo deslegitima al nacer de una mayoría circunstancial “al margen de la ley”.
