El escenario crediticio actual refleja una tensión creciente entre la expansión del financiamiento y la capacidad de pago de los hogares. Según los últimos registros estadísticos que publicó TN, el ratio de morosidad en la cartera general de créditos prendarios escaló al 4,8%, una cifra que representa el valor máximo para la serie histórica desde su inicio en 2010.

El impacto crítico del ajuste en los UVA

Dentro del segmento de individuos, la modalidad de ajuste por inflación a través de las cuotas UVA presenta el panorama más complejo. El encarecimiento del costo de vida y la volatilidad económica impactan de forma directa en la conducta de pago de los deudores.

• Índice de Mora: La irregularidad en préstamos prendarios UVA trepó al 6,2% del total financiado.
• Evolución Anual: Este indicador muestra un salto preocupante de 3,4 puntos porcentuales en comparación con los registros de diciembre del año anterior.
• Reacción de la Banca: Ante el aumento de los impagos, las entidades financieras optaron por endurecer los requisitos de calificación crediticia y retraer parte de su oferta para mitigar riesgos.

Comportamiento Corporativo: empresas con mayor cumplimiento

A diferencia del sector de individuos, el crédito destinado a empresas mantiene niveles de salud financiera más robustos, aunque no está exento de la tendencia general al alza.

A octubre, la morosidad corporativa afectó apenas al 1,9% del total del stock financiado. Pese a la baja cifra nominal, este indicador acumula seis meses consecutivos de incrementos. Curiosamente, en el ámbito empresarial, el sector con mayor dificultad de cobro es el de los préstamos hipotecarios, donde los pagos atrasados alcanzan el 4,2%, una dinámica opuesta a la observada en las economías domésticas.

Perspectivas y política monetaria

El endurecimiento del crédito por parte de los bancos coincide con una postura de mayor prudencia de la demanda ante las fluctuaciones en las tasas de interés. Sin embargo, el panorama podría mostrar cambios en el corto plazo debido a las recientes medidas económicas.

El impulso gubernamental hacia una reducción en el costo del dinero busca reactivar el consumo y la inversión. Se espera que esta baja en las tasas de referencia se traslade paulatinamente a las líneas comerciales y personales, con el objetivo de encender nuevamente el motor del crédito como impulsor de la actividad económica nacional.