El escenario geopolítico del Atlántico Sur registra una nueva e importante derivación diplomática. El Gobierno de Israel emitió un comunicado oficial para desvincularse de las actividades de exploración petrolera que realiza la empresa Navitas Petroleum en la cuenca de las Islas Malvinas. Esta aclaración surge tras el reclamo formal de la Cancillería argentina, que considera ilegítima cualquier explotación de recursos naturales en zonas bajo disputa de soberanía.

La postura oficial del Estado de Israel

El canciller israelí, Gideon Sa’ar, utilizó sus canales oficiales para precisar la postura de su país. En un mensaje directo, el funcionario separó el accionar de la firma privada de las políticas de Estado de su nación. Según Sa’ar, Navitas Petroleum opera a través de una filial británica y sus decisiones comerciales no involucran de ningún modo al Gobierno de Israel.

A pesar de la autonomía de la empresa, el canciller expresó su pesar por el malestar que esta situación ocasionó en la Argentina. Asimismo, ratificó el compromiso de su país con una resolución pacífica y dialogada del conflicto territorial entre Buenos Aires y Londres, en sintonía con las fórmulas clásicas de la diplomacia internacional.

El proyecto Sea Lion: un desafío a la soberanía

El foco del conflicto reside en el yacimiento Sea Lion, un ambicioso proyecto energético ubicado al norte del archipiélago malvinense. El consorcio, integrado por la británica Rockhopper Exploration y la israelí Navitas, proyecta una inversión superior a los 2.000 millones de dólares.

Desde la perspectiva de la Casa Rosada, esta iniciativa viola las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Dichas normas instan a las partes en disputa a evitar actos unilaterales mientras persista la controversia. Argentina sostiene que la explotación de hidrocarburos sin su autorización expresa es un acto ilegal que compromete recursos nacionales estratégicos.

El vínculo estratégico bajo la gestión de Javier Milei

Uno de los puntos más destacados del descargo israelí fue la mención a la relación bilateral. Sa’ar calificó el vínculo con Argentina como "especial, sólido y estrecho", bajo el liderazgo del presidente Javier Milei. Esta definición política busca proteger la alianza estratégica que ambos países profundizaron desde diciembre de 2023.

En Buenos Aires, la respuesta de Jerusalén tuvo una recepción positiva. Fuentes diplomáticas valoraron el gesto de respeto hacia el reclamo histórico argentino y la voluntad de encauzar el episodio por vías institucionales. El reconocimiento de la sensibilidad del tema Malvinas permitió que el incidente no escalara hacia una crisis bilateral de mayores proporciones.

La República Argentina mantiene una política de Estado firme respecto a las empresas que operan en las islas. Navitas Petroleum ya figuró en listados de compañías sancionadas por actividades no autorizadas en áreas bajo jurisdicción argentina. La Cancillería reafirmó que utilizará todas las herramientas legales, administrativas y diplomáticas para desalentar la presencia de capitales extranjeros en la zona de exclusión británica.