David Kavlin vivió un momento crítico el pasado sábado luego de sufrir un infarto mientras estaba en el Club Náutico Hacoaj, donde había terminado de jugar al paddle. Según contó, empezó a sentir un intenso dolor en el pecho y la espalda justo cuando fue a visitar a su hijo.
El episodio fue tan grave que requirió la intervención de tres ambulancias y su traslado inmediato a la clínica. Durante el traslado, el periodista sufrió un paro cardíaco y, como él mismo relató, “Llegué muerto a la Trinidad de San Isidro, me revivieron inmediatamente en la guardia cardiológica”.
Ya en el hospital, los médicos lograron estabilizarlo y le colocaron un stent para abrir una arteria bloqueada. Sin embargo, este lunes tendrá que someterse a una segunda angioplastia porque le detectaron otra arteria obstruida entre un 60 y 70%.
Este procedimiento consiste en ensanchar las arterias coronarias que se tapan por la acumulación de placa, una mezcla de colesterol, calcio y otras sustancias. La angioplastia permite mejorar el flujo sanguíneo al corazón, colocando un stent que mantiene la arteria abierta y evita que se cierre nuevamente.
La esposa de Kavlin, Loli Bigio, aportó más detalles sobre la gravedad del cuadro: “Esa arteria estaba 99.9% tapada y la otra que le van a destapar ahora, entre el 60 y 70%. Es decir, ya venía con las arterias tapadas de antes. Ni siquiera se hubiera podido prevenir porque en un estudio no hubiera salido tampoco”.
En diálogo con la revista Pronto, David transmitió tranquilidad: “Ahora ya estoy hemodinámicamente bien, con los signos vitales bien. Estoy comiendo. Fue un sustazo tremendo. Ahora ya estamos muchísimo mejor”.
Si todo marcha sin complicaciones tras la segunda intervención, se estima que podría recibir el alta médica el martes, poniendo fin a esta dura prueba de salud.



