La Justicia tucumana resolvió sobreseer a Sebastián Sosa, Braian Cufré, José Florentín y Abiel Osorio, exjugadores de Vélez denunciados por violación en un hecho ocurrido el 3 de marzo de 2024. El fallo, que consta de 33 páginas y fue firmado por el juez José Augusto Páez, generó críticas por parte de la denunciante y su abogada, quienes aclararon que apelarán.
Según la acusación fiscal y la querella, el ataque sexual se produjo en una habitación de un hotel en Tucumán, donde los deportistas estaban alojados en la previa de un partido. Los imputados fueron acusados por distintos delitos de abuso sexual con acceso carnal, en calidad de autores o partícipes según cada caso.
Sin embargo, el juez Páez consideró que, tras casi dos años de investigación, no se consiguió reunir pruebas suficientes para sostener el proceso judicial. La decisión se basó en el análisis de chats privados de la denunciante con sus amigas, imágenes de cámaras de seguridad y la pericia psicológica realizada a la joven, además de evaluar su conducta posterior al supuesto abuso.
El magistrado destacó que, aunque el testimonio de la víctima es fundamental en casos de abuso sexual, debe ser valorado en conjunto con el resto de las pruebas. En sus palabras: “Se debe confrontar o contrastar la declaración judicial de la denunciante con el resto del material probatorio incorporado al legajo. En orden a ese control, se advirtieron tensiones significativas entre el relato judicial y otros elementos incorporados al legajo”.
Uno de los puntos que el juez consideró relevante fue un video de seguridad que muestra a la joven saliendo del hotel a las 05:46 de la madrugada, caminando con normalidad y doblando una camiseta que luego se comprobó pertenecía a uno de los acusados. Además, subrayó que la denunciante le envió un mensaje con un emoji cariñoso a Sosa a las 06:18, lo que interpretó como contradictorio con el relato de abuso.
El fallo también remarcó que la joven sabía a qué iba al hotel y con quiénes se iba a encontrar, según los mensajes intercambiados con Sosa. En ellos, manifestó que prefería ir sola y con cautela, y que la visita no tenía fines laborales. Asimismo, se comprobó que la denunciante llevó la bebida alcohólica al cuarto del hotel por un ingreso poco habitual para evitar ser detectada por seguridad.
Respecto a la valoración de los testimonios, el juez indicó que los amigos íntimos de la denunciante pusieron en duda la credibilidad de su relato y que no había razones para sospechar que sus declaraciones fueran falsas o favorecieran a los imputados. Con estos elementos, concluyó que no se podía avanzar con la acusación: “La perspectiva de género no autoriza a prescindir del análisis crítico de la prueba ni a sostener una imputación cuando el plexo probatorio, valorado en su conjunto, conduce a una certeza negativa respecto de la ausencia de consentimiento”.
La abogada de la denunciante, Patricia Neme, anunció que apelará el fallo y criticó que el juez no valoró ninguna prueba presentada por la víctima, sino solo algunos chats de sus amigas. Además, aseguró que la querella está decidida a continuar con la causa, ya que consideran que la resolución fue prematura y que existen evidencias relevantes sin analizar.
En una audiencia cargada de emoción, la joven que denunció a los exjugadores se manifestó firme pese al dolor que le provocó la decisión judicial. Declaró: “Voy a llegar hasta la última instancia judicial. Nadie me va a negar las lesiones que tuve. Nadie me va a negar mi short ensangrentado”. También advirtió que no quiere que este fallo se convierta en un precedente para que otras mujeres se queden calladas.
La joven expresó su tristeza por el escarnio público al que fue sometida y reafirmó su intención de buscar todas las instancias legales posibles para que se haga justicia.
