Los trabajadores municipales de Morón, gobernada por el peronista Lucas Ghi, protagonizaron una jornada de protesta que incluyó la quema de neumáticos frente a edificios comunales y la toma del Concejo Deliberante, lo que obligó a suspender la sesión prevista para tratar el presupuesto local para 2026.
La manifestación estalló este martes, cuando empleados que reclaman el pago de horas extras adeudadas ingresaron al recinto del Concejo Deliberante, donde causaron destrozos y generaron un clima de tensión que llevó a la presidente del cuerpo, Sibila Botti, a suspender la sesión ante la falta de garantías de seguridad.
Uno de los manifestantes afirmó: “El conflicto tiene un par de meses. No nos están pagando y el intendente no da la cara. Tenemos sueldos de $300 mil”. Mientras tanto, otra trabajadora aseguró que “vivimos de las horas extras”, dejando en evidencia la gravedad del atraso en los pagos.
Además, un empleado denunció: “Laburamos día a día, no somos ñoquis. El municipio tiene 9 mil empleados de los cuales 6 mil son ñoquis”, en referencia a la controversia sobre la estructura del personal municipal y la distribución de recursos.
Los piquetes se extendieron a varios puntos estratégicos, incluyendo el palacio municipal y el área de Servicios Públicos, donde la protesta continuó con cortes y quema de neumáticos, generando un caos en la ciudad y paralizando actividades.
El Concejo Deliberante emitió un comunicado en el que expresó su “comprensión con la situación de los trabajadores municipales y con la legitimidad de sus reclamos laborales”, pero al mismo tiempo rechazó “de manera categórica cualquier forma de violencia o hecho que ponga en riesgo la integridad física de las personas y el normal funcionamiento de las instituciones democráticas”.
Por su parte, el sindicato de Trabajadores Municipales de Morón anunció que presentará formalmente un reclamo ante las autoridades comunales para exigir el pago pendiente de las horas extras, intensificando la presión sobre la gestión de Ghi.
El intendente, quien fue considerado el delfín del cristinista Martín Sabbatella, se encuentra en una posición delicada tras alinearse con el Movimiento Derecho al Futuro, la agrupación del gobernador Axel Kicillof, en medio de la disputa interna con Cristina Kirchner.
Este conflicto en Morón se suma a una serie de protestas similares en municipios gobernados por intendentes kirchneristas, como Quilmes y Lanús, donde también se registraron manifestaciones y enfrentamientos vinculados a reclamos laborales y sociales.



