Tras la denuncia contra el empresario teatral por presuntos desvíos de fondos pertenecientes a contratos de la AFA, Javier Faroni fue interceptado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en el Aeroparque Jorge Newbery. En ese momento, descartó un celular, clave en la investigación por el escándalo en la Asociación de Fútbol Argentino.

Faroni buscaba abordar un vuelo privado hacia Uruguay, a pesar de que el juez federal Luis Armella ya había emitido una prohibición de salida del país. El empresario había llegado a la Argentina el día domingo a la par del destape de la noticia que lo involucró de lleno con los casos que tienen en la mira a Claudio "Chiqui" Tapia y a Pablo Toviggino.

La Justicia ahora busca dar con el celular que descartó Faroni, a la vez que también realizó un allanamiento en su casa de Nordelta por el presunto desvío de millones de dólares de la AFA a través de su empresa TourProdEnter LLC.

Aunque se desconoce si se trata del chip de su teléfono oficial, quienes investigan el caso lo ven como una clara maniobra de obstrucción para determinar vínculos, contactos y otra información relevante en el caso.

La empresa de Faroni se dedicaba a cobrar los contratos de la AFA en el exterior, desde los sponsors hasta derechos de televisación. Se estima que recaudó más de 250 millones de dólares, de los cuales 42 millones de dólares habrían sido desviados a cuatros sociedades offshores. Además, según LA NACIÓN unos 500.000 dólares habrían sido transferidos a SOMA SRL, la empresa vinculada a Pablo Toviggino y gerenciada por su hermano Darío.