La computación cuántica está siendo vista como una gran revolución a futuro, tan importante como el desarrollo de la inteligencia artificial (IA), y grandes empresas y gobiernos de distintos países están invirtiendo fuerte en ella, aunque aún está en sus fases iniciales y se prevé que podría estar en auge dentro de unos 20 años.
La computación cuántica permitirá avances de todo tipo, como la optimización de los procesos actuales para reducir las emisiones de carbono, generando menos desperdicios y una menor emisión de dióxido de carbono.
También tendrá un notable impacto en las empresas, ayudándolas a funcionar de manera más eficiente, o perfeccionando aún más los procesos para mejorar la rentabilidad, por ejemplo en la industria automotriz, gestionando mejor la cadena de suministro.
Estas nuevas computadoras rápidas además revolucionarán el sector de los servicios financieros, ya que la capacidad de manejar esos grandes volúmenes de datos permitirá que los bancos podrán crear cálculos de escenarios y de mercados aún más precisos.
Las computadoras cuánticas además acelerarán el descubrimiento de nuevos tratamientos médicos y vacunas vitales, como también en la intervención temprana en pacientes con cáncer, advirtiendo más rápido cuándo las células sanas pueden convertirse en tumores malignos.



