El Gobierno nacional, a través del ministro de Salud Mario Lugones, anunció una mejora salarial significativa para los médicos residentes del Hospital de Pediatría Garrahan, en el marco de la crisis presupuestaria que afecta al sistema de salud pública. El anuncio se realizó este domingo a través de las redes sociales oficiales del funcionario.
Lugones detalló que, a partir del 1° de julio, los residentes pasarán a percibir un ingreso mensual de $1.300.000, en lo que constituye un importante aumento en relación con los montos previos. Según explicó, la suba será financiada con "el ahorro obtenido mediante la eliminación de gastos superfluos y desvíos presupuestarios", así como por la reducción de personal derivada de la implementación del sistema biométrico de control de asistencia, que comenzó a regir en la madrugada del domingo.
"Militancia rentada"
“El incremento forma parte de una nueva etapa orientada al orden, la eficiencia y el reconocimiento al mérito, impulsada por el Ministerio de Salud en todos los hospitales nacionales”, sostuvo Lugones. Además, enfatizó que los recursos del sistema de salud deben estar dirigidos al personal sanitario y no a lo que denominó "militancia rentada".
El Hospital Garrahan había sido foco de protestas y reclamos en los últimos meses debido al deterioro salarial de los profesionales en formación y la creciente incertidumbre presupuestaria. Los residentes, esenciales para el funcionamiento del hospital, venían denunciando atrasos salariales, condiciones precarias y falta de diálogo con las autoridades.
La decisión del ministerio parece ser una respuesta directa a ese malestar, aunque aún resta conocer la comunicación oficial por parte del Hospital Garrahan, que, según anticipó el propio Lugones, será difundida el lunes, dado que los domingos “no están disponibles” los canales institucionales.
La implementación del control biométrico es parte de un conjunto de medidas orientadas a transparentar la administración de los recursos hospitalarios. Según fuentes oficiales, esta herramienta permitirá registrar de manera más precisa la asistencia del personal y mejorar la asignación de turnos y horarios, aunque sectores gremiales han manifestado su preocupación por la posibilidad de despidos y un control excesivo de las tareas médicas. Con este anuncio, el Gobierno busca mostrar una señal de gestión austera y meritocrática en el ámbito sanitario, a la vez que intenta contener el descontento de los profesionales de la salud en uno de los hospitales pediátricos más importantes del país.