Este año, el Día del Niño retomará su fecha histórica: para evitar superposiciones con las elecciones primarias (PASO), se realizará el segundo domingo de agosto. Se trata de una decisión con fuerte impacto para la industria del juguete, que desde 2013 lo celebraba el tercer domingo. Desde la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) explicaron que la suspensión de las PASO allanó el camino para volver a la fecha original. “Había consenso interno de que era lo más conveniente en términos económicos, por la cercanía con el cobro de sueldos”, indicaron. La última celebración en esa fecha fue en 2012.
Además de su valor simbólico, el cambio busca optimizar el rendimiento comercial. Según los empresarios del rubro, el tercer domingo coincidía habitualmente con fines de semana largos, lo que provocaba que muchas familias priorizaran viajes por sobre la compra de juguetes. En cambio, el segundo domingo evita la superposición con el feriado patrio y se ubica en un momento del mes más propicio para el consumo.
Las promociones y el calendario
La modificación también activó gestiones con entidades bancarias. Voceros de la CAIJ (Cámara Argentina de la Industria del Jueguete), detallaron que mantuvieron reuniones con diversas instituciones para coordinar acciones promocionales durante la primera semana de agosto. “Queremos que las promociones acompañen el nuevo calendario”, señalaron.
El contexto general para la actividad no es alentador: en mayo, las ventas se retrajeron un 15% interanual. La tendencia a la baja se repite desde las últimas dos ediciones del Día del Niño, con una contracción del 16% en 2024 pese al clima favorable y las promociones que fueron presentadas.
El Día del Niño representa aproximadamente el 60% de la facturación anual del sector, por lo que lograr una recuperación en esta edición es clave. La expectativa se apoya en el balance positivo de la reciente Feria del Juguete, que se realizó entre el 21 y el 25 de mayo en La Rural. Con un 12% más de asistentes que en 2023 y varios espacios colmados, desde la Cámara reconocieron: “Hubo lista de espera para exponer; hay interés por mostrar productos”.
A pesar del entorno recesivo, los fabricantes aseguraron que no hubo aumentos de precios respecto al año pasado. “No hay margen: si subís, no vendés”, resumieron. La estrategia apunta a mantener precios accesibles ante un consumo debilitado.
Un tema sensible para la industria es la evolución de las importaciones. Aunque aumentó el ingreso de productos, la preocupación está puesta en que cumplan con las normas de seguridad. “Nos interesa que sean productos certificados”, remarcaron. Actualmente, el 30% de las importaciones ingresa a menos de tres dólares por kilo, lo que genera tensión con la producción local.
En cuanto a la dinámica comercial, el canal mayorista se muestra más activo que el minorista. “El mostrador está tranquilo, pero los mayoristas tienen expectativas tras el buen resultado de la feria”, explicaron. Si esa demanda se traduce en pedidos firmes, la recuperación podría comenzar en el tercer trimestre del año.
Entre las medidas para estimular el consumo, ya están en marcha campañas de descuentos y planes de pago en cuotas sin interés, en articulación con bancos y plataformas digitales. El objetivo es alentar las compras anticipadas y evitar cuellos de botella logísticos en los días previos a la celebración.