La Casa Histórica volvió a ser el corazón de la patria. Tucumán celebró un nuevo aniversario de la Declaración de la Independencia con una vigilia cargada de música, tradición y memoria. Aunque el presidente Javier Milei suspendió su viaje por razones climáticas, la provincia no detuvo su agenda: miles de personas se congregaron en la Plaza Independencia y en el Museo para recibir el 9 de Julio con el Himno Nacional a medianoche y una grilla artística que incluyó a Soledad Pastorutti, Palito Ortega y el Chaqueño Palavecino.
El acto central fue encabezado por el gobernador Osvaldo Jaldo, quien destacó el valor simbólico de la fecha y convocó a “unir a la familia tucumana en un marco de memoria patriótica”. La vigilia, que comenzó a las 23:00, incluyó ballets folclóricos, muestras interactivas, ferias gastronómicas y exposiciones culturales. A las 00:00, la entonación del Himno resonó en simultáneo desde la Casa Histórica y la Plaza, en un gesto que buscó reafirmar el vínculo entre pasado y presente.
Una ausencia presidencial que reconfiguró la escena
La presencia de Milei había sido anunciada, pero quedó descartada durante la tarde del martes. Según informó el vocero presidencial Manuel Adorni, los informes de la Fuerza Aérea y Casa Militar desaconsejaron el vuelo por la escasa visibilidad en Aeroparque. El equipo de ceremonial, que debía viajar antes para preparar el acto, tampoco pudo despegar. La decisión se comunicó oficialmente a través de redes sociales. La vicepresidente Victoria Villarruel, que tenía previsto viajar en vuelo comercial, también condicionó su presencia a la evolución del clima.
El cronograma siguió adelante
Pese a los cambios en la comitiva nacional, Tucumán mantuvo su agenda. Este miércoles, las actividades comenzaron a las 9:30 con el tradicional chocolate en la explanada del Palacio de Gobierno. Luego, se realizó el izamiento de la bandera en la Plaza Independencia, seguido por el Solemne Tedeum en la Iglesia Catedral. Al mediodía, el Gran Desfile Cívico-Militar recorrió la avenida Soldati, con la participación de escuelas, fuerzas armadas y agrupaciones tradicionalistas.
En un contexto político marcado por tensiones entre Nación y provincias, la celebración tucumana se sostuvo como un acto de afirmación cultural y federal. La ausencia del Presidente no opacó el fervor popular ni la convocatoria. Tucumán volvió a ser, por un día, capital simbólica del país.