A casi un mes de las elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires, una jugada política silenciosa pero significativa genera tensiones dentro del PRO. Silvia Lospennato, dirigente más que reconocida dentro del partido amarillo, actual diputada nacional, puso en pausa su desembarco en la Legislatura porteña y advirtió en su entorno que solo jurará si Manuel Adorni también lo hace.
La candidata, aunque quedó tercera en la elección capitalina y le corresponde una banca, tiene mandato vigente en la Cámara de Diputados hasta 2027, por lo que su decisión final podría modificar la composición política tanto del Congreso como de la Legislatura.
Una jugada que incomoda al PRO
Según trascendió en pasillos del partido que encabeza Mauricio Macri, la postura de Lospennato generó un debate interno, se abren dos frentes de discusión. Algunos dirigentes consideran que debe respetarse el resultado electoral y asumir en la Legislatura porteña, mientras que otros prefieren que continúe en Diputados, donde su experiencia parlamentaria es considerada clave. Recordemos que la dirigente fue la primera en la presentación del proyecto, Ficha Limpia, lo que generó un revuelo político considerable.
Pero el trasfondo no es solo personal ni institucional: si Lospennato asume como legisladora porteña, su banca en el Congreso sería ocupada por Lorena Petrovich, actual directora de Bienestar del Ministerio de Seguridad y figura alineada con Patricia Bullrich. Esa posibilidad genera resquemores dentro del bloque PRO, que intenta preservar su equilibrio interno en un escenario nacional dominado por el oficialismo libertario, que al parecer, poco a poco va ganando terreno político en distintos sectores de los tres poderes.
Todo depende de Adorni
La decisión de Lospennato está atada a la definición de Manuel Adorni, el vocero presidencial que ganó una banca en la Legislatura de la Ciudad con el 30,1% de los votos. Aunque expresó públicamente su intención de asumir como legislador, también aseguró que acatará lo que Javier Milei le indique, dejando abierta la posibilidad de permanecer en su rol actual en el Ejecutivo. De no asumir Adorni, su lugar sería ocupado por el exdiputado Waldo Wolff, actual secretario de Asuntos Públicos del Gobierno porteño. Este eventual enroque también reconfiguraría la escena en la Legislatura.
La definición de estas bancas se volvió una pieza clave en la disputa silenciosa por el control político de bloques legislativos, tanto a nivel nacional como en la Ciudad. En el PRO, las fichas se mueven con cautela: el sector macrista busca conservar espacios de poder, mientras el ala dura que responde a Bullrich presiona para ganar terreno, en especial en el Congreso, donde cada voto cuenta.