Alberto Benegas Lynch hijo, destacado economista e influyente figura en el pensamiento económico argentino, habló en exclusiva con María Julia Oliván tras las elecciones generales donde su espacio, La Libertad Avanza quedó en segundo lugar y entró a segunda vuelta. Referente frecuentemente citado por Javier Milei. Es hijo de su homónimo, el renombrado introductor de la «Escuela Austríaca» en Argentina, y además, es el padre del diputado nacional electo, «Bertie» Benegas Lynch, quien representa a La Libertad Avanza.
En esta entrevista, Benegas Lynch (H) abordó una vez más su controvertida postura sobre la relación con el Vaticano. Durante la conversación, respaldó las declaraciones de su hijo acerca de la privatización del mar y la gestión de los animales que habitan en ese entorno, consolidando su papel como una figura influyente en los debates políticos y económicos actuales.
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-¿Se esperaba el resultado de la elección del domingo?
-No, pero dentro de todo es una buena noticia en el sentido en que se separan las aguas entre un sistema autoritario y la libertad. No esperaba que estuviera en primer lugar Juntos por la Plata, o por la Patria. Pero creo que no hay que descuidarse. Creo que todo el cuadro político va a cambiar. Creo que se va a desarmar Juntos por el Cambio, y creo que algunos de Juntos por el Cambio ya han sido invitados para formar el gabinete de Massa.
-Sergio Massa mostró hablo de un gabinete de coalición, pero Javier Milei se mostró más propenso a unirse a otras fuerzas…
-Lo que pasa es que se ha insistido tanto desde Juntos por el Cambio en que el Kirchnerismo es el enemigo, que suena raro que los que decían eso integren el gabinete de Massa. Pero me parece que es bueno que se muestre quien es quien. Creo que Juntos por el Cambio tiene mucho más que ver con el kirchnerismo que con La Libertad Avanza. Es un rejunte complicado ese.
-Sus dichos acerca de romper relaciones con el Vaticano generaron críticas incluso dentro del espacio, sé que aclaro que no era algo que hablo con Javier, pero ¿Se arrepiente? ¿Cree que fue inoportuno?
-Creo que es un tema que excede un tema de relación de jefes de estado, sino que involucra la religión. No hable de romper, sino de suspender. Y le cuento, después de resumirse el pensamiento del actual Papa, cuando el director de un diario italiano le preguntó que pensaba de la asociación de su persona con el comunismo él dijo: “como siempre digo son en todo caso los comunistas los que piensan como los cristianos”. Esto me alarma profundamente porque contradice los mandamientos de no robar y no codiciar los bienes ajenos.
-O sea que sostiene su sugerencia al espacio…
-Efectivamente. Y yo aclare que es una cosa personal que no compromete la postura de Javier Milei.
-Pero se armó un lio bárbaro, hasta el obispo salió y se preguntó cuál será su religión que no es la de todos los católicos que tenemos como cabeza de la iglesia al Papa…
-Creo que uno de los conceptos fundamentales, como explicó Pio XI, es que el socialismo cristiano es una contradicción en si misma. Nadie puede ser socialista y cristiano al mismo tiempo. Cuando se dice que la propiedad y la tierra son común a todos se está cayendo en lo que en ciencias políticas denominamos la tragedia de los comunes, Esto es, lo que es de todos, no es de nadie.
-Otra cosa que dijo es que no hay que hablar tanto de déficit porque hay países que no tienen déficit, como Cuba, pero igual no tenían libertad ni posibilidades de progreso. ¿Cuáles cree que son las principales cosas a las que debería prestarle atención un presidente?
-Un gobierno puede no tener déficit fiscal y succionar el 100 por ciento de los recursos de la gente, lo cual convierte al país en un enorme campo de trabajos forzados. El punto no es la parla de los políticos en decir “Si, tenemos déficit”. No. Se trata de reducir el gasto público, todas las actividades que no son centrales a las funciones del gobierno. Empezando por la Justicia y la Seguridad.
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-Para Ud. la clave de todo es la reforma del estado para hacer un estado lo más pequeño posible, y la libertad total para el comercio…
-Para el comercio y para la vida de la gente. Por eso, he fabricado una definición que es “el liberalismo es el respeto irrestricto al proyecto de vida de otro”. ¿Esto quiere decir que adherimos al proyecto de vida del vecino? En absoluto, nos puede resultar repugnante, pero no podemos levantar el dedo e imponer. Pero cada no debe hacer lo que se le dé la gana. Cada uno hace con su vida lo que le parezca.
-Le parece que la libertad individual de cada uno de los dirigentes de LLA genera desconcierto en el electorado, porque dicen cosas distintas., no tienen criterios unificados sobre muchos temas, por ejemplo, la privatización de los océanos, que séalo Bertie Benegas Lynch…
-El proyecto de Javier Milei sobre el programa económico es un acuerdo de todo el equipo. Pero los liberales no somos una manada y detestamos el pensamiento único, o sea tenemos disidencias entre nosotros. Otro tema es el asunto que remarco Bertie (diputado electo por LLA) de la privatización de los océanos, es extraordinario. ¿Por qué hay propiedad privada en la tierra, pero no se puede en el mar? Se están extinguiendo las riquezas más ricas que están en el planeta, porque están en el mar. Esto no está en debate porque no entendimos que los precios tienen que ser libres, que no se debe retener el dinero de la gente que trabaja. No lo entendimos. Se le retiene el dinero a los trabajadores porque se sabe que el empleado no va a destinar esos fondos donde los empleadores quieren…
-¿No le parece que los océanos deberían ser soberanía de los países para que pueda haber una planificación estratégica?
-La palabra soberanía la aplico a cada uno de los individuos. Cuando se habla de soberanía monetaria me parece tan estúpido como la soberanía del tomate. Observemos lo que pasa en México y Texas, en Estados Unidos el que encuentra petróleo lo produce y se llena de dinero, en México tiene que esconderlo porque se lo lleva el gobierno.
-Con este tipo de ideas, no hay posibilidades de hacer acuerdos con otros sectores políticos, porque no hay otros que piensen así…
-Yo creo que hay que dirigirse al votante, y no a los dirigentes. Porque los dirigentes son, en gran medida, detestables.
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