En el marco de su participación en la convención anual de la Cámara Argentina de la Construcción, Alberto Fernández se refirió al atentado contra Cristina Kirchner y usó el recuerdo de la recientemente fallecida periodista y conductora radial, Magdalena Guiñazú: «Cuando dijimos Nunca Más, no le dijimos nunca más solo a la dictadura militar, las desapariciones y la tortura. Le dijimos nunca más al odio, a la violencia, a la persecución, a los desencuentros».
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El jefe de Estado abrió el evento explicando porque no asistió el pasado viernes a Neuquén para celebrar el Día de la Industria tal como lo habían invitado. Los motivos que se conocen públicamente y que acontecieron frente a la casa de la vicepresidente no pasaron inadvertidos en esta presentación.
Tal es así que el mandatario inició haciendo mención a este hecho: «La tentativa de homicidio del que fue victima nuestra Vicepresidenta de la Nación, generó un estado de conmoción que, objetivamente, impidió cualquier festejo», explicó.
Lejos de reducirse a una breve introducción, el intento de homicidio, como lo calificó Alberto, copó el evento y le brindó más de la mitad de su discurso en el seminario de obras en La Rural. Así, leyó todo su relato sin dejar lugar a furcios, como los que cometió en sus últimas presentaciones. Por ello, no se le pasó nada e insistió en destacar la supuesta inocencia de Cristina frente a la causa Vialidad, al menos «hasta que no tenga sentencia».
Al referirse al ataque de Sabag Montiel, sostuvo que «la memoria de la democracia no recuerda una imagen tan tremenda como la que vimos cuando alguien martilló una pistola a escasos centímetros de la cabeza de nuestra vicepresidenta». Y agregó: «Haya sido como consecuencia de un milagro o de una falla mecánica, el homicida no logró su objetivo y eso nos alienta hoy a poder reflexionar sobre lo ingrato del hecho que deja al descubierto el tiempo en el que vivimos», lamentó.
Con esa misma congoja, Alberto recordó a Magdalena Ruiz Guiñazú -quien falleció este martes-, destacó su gran desempeño como periodista y sostuvo: «Los argentinos forjamos los cimientos de esta democracia con memoria, verdad y justicia. Supimos unirnos para salir con más democracia cuando alguna crisis militar, política o económica nos desafió».
Por otro lado, destacó: «Dijimos Nunca Más. Y cuando dijimos nunca más , no le dijimos nunca más solamente a la dictadura militar, las desapariciones y la tortura. Le dijimos nunca más al odio, a la violencia, a la persecución, a los desencuentros. A la falta de justicia y los debates democráticos«.
Para sorpresa de los presentes, Fernández defendió a Fernando Sabag Montiel y lo hizo refiriéndose como «un joven»: «No es un monstruo escapado de alguna tierra lejana ni viene de otra galaxia. Ni nació marcado para ser asesino, es uno que vive con nosotros, un joven, un miembro de nuestra nación, de nuestra comunidad, de nuestro país».
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A diferencia de los demás ciudadanos, Montiel «un día se ubicó por fuera de los márgenes de nuestra democracia lleno de odio, de violencia y de rencor y rompió con nuestro acuerdo de convivencia».
Bajo ese argumento de cómo la población es manipulada por los medios y los agentes patógenos, influenciando así a «uno de nosotros» y lo contamina con «violencia y odio», Fernández se refirió a los periodistas, dejándole apenas unos minutos finales al evento para hablar de temas relacionados a obras y construcción.
«No le demos más espacio a cultivadores de odio, a los que se valen de la libertad de opinar para difamar y desalentar al pueblo, a los que se encubran en la democracia solo para desprestigiarla con discursos que no dejan de repudiarla (…) siembran violencia con el solo objeto de enfrentarnos», concluyó Alberto Fernández.
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