La madre de Mariana Lens, la chica argentina de 26 años que había viajado a Mallorca por una oferta laboral y se encontraba desaparecida desde el 14 de octubre, recibió una llamada de la Policía en la que informaron que ella está en una comisaría de esa ciudad española.
Según comunicó el periodista Sebastián Domenech en Todo Noticias, el llamado llegó justo cuando la mujer se preparaba para dirigirse al país europeo con el objetivo de sumarse a la búsqueda. "Recién me acaban de llamar de la Policía y me dijeron que mi hija está en la comisaría. La encontraron en Mallorca", dijo Gabriela a la prensa.
A continuación, añadió: “Me llamaron y no me dijeron nada más. Esperemos que podamos encontrarnos. Todavía estoy nerviosa, necesito estar ahí”.
La última noticia sobre su hija que la señora recibió fue que su sobrino logró comunicarse con ella por teléfono. "Mi hija le dijo a mi sobrino que estaba bien, que la familia con la que está es muy buena y que no le pasaba nada. Ella decidió no hablar con nadie”, detalló, en diálogo con el medio mencionado.
Sobre esta conversación, añadió: "Me contó que (Mariana) se quebró y se largó a llorar, pero por la situación que está pasando, no porque estuviera mal. La verdad que no entiendo qué es lo que pasó, nunca hizo esto".
Detalles del caso
La familia de la joven, que vive en el barrio porteño de Villa Devoto, había hecho una denuncia en la UFI N°5 de San Martín luego de perder todo tipo de contacto con ella y detectar movimientos inusuales en sus redes sociales, como el bloqueo a las cuentas de familiares en Instagram.
Lens había viajado desde Sáenz Peña, provincia de Buenos Aires, hacia Palma de Mallorca, donde iba a trabajar como niñera para una familia alemana. De acuerdo a sus allegados, ella se había contactado con los empleadores mediante una aplicación, que sus seres queridos no conocen y había tenido dos entrevistas antes del viaje.
Durante los primeros días en España, ella se comunicó con sus familiares para comentarles que estaba bien, pero, a partir del 14 de octubre, no respondió más mensajes ni llamadas. Su entorno temía que fuera víctima de una red de trata.
Ahora, la confirmación de que está viva y bajo resguardo policial les generó algo de calma. Mientras tanto, se esperan más detalles sobre las circunstancias de su llegada a la comisaría.