El pulmón verde de la provincia de Chubut, el Parque Nacional Los Alerces, enfrenta una emergencia forestal desgarradora. Desde el pasado jueves, un voraz incendio, catalogado como intencional por las autoridades del Servicio Provincial de Manejo del Fuego, devoró 1036 hectáreas de bosque nativo. A pesar de los esfuerzos continuos de más de 250 brigadistas, la situación sigue siendo crítica, y las llamas persisten activas en el sector este del parque, según el último informe oficial.
El incendio, iniciado con dos focos ígneos cercanos en la zona del Arroyo Centinela, se tornó incontrolable debido a la unificación de ambos focos. La magnitud del siniestro aumenta de manera vertiginosa, afectando un área estimada en más de 1000 hectáreas, comparado con las 580 hectáreas reportadas hasta el sábado pasado. La dimensión de la tragedia llevó a la movilización de 128 brigadistas, dos aviones hidrantes, dos helicópteros con helibalde y un avión de observación para combatir el fuego.
A pesar de las condiciones climáticas desafiantes, con altas temperaturas, el humo se disipó, permitiendo a los equipos de rescate trabajar con medios aéreos. Sin embargo, los brigadistas del lugar anticiparon varios días de intensa labor y aguardan refuerzos adicionales que llegarían entre este lunes y el martes.
El jefe del departamento de Incendios, Comunicaciones y Emergencias (ICE) del Parque Nacional Los Alerces, Mario Cárdenas, explicó que, a pesar de la falta de viento, la lucha contra las llamas se enfrenta a un desafío considerable. «Vamos día a día», afirmó Cárdenas, subrayando la necesidad de una estrategia cuidadosa para contener la propagación del fuego.
La preocupación se agrava al observar que el incendio traspasó los límites del Parque y ya hay registro de su ingreso a la provincia. Ante este escenario crítico, se estableció un comando unificado para coordinar los esfuerzos de los equipos de respuesta. A pesar de los obstáculos, se trabaja arduamente para preservar la seguridad de los visitantes y responder a cualquier contingencia.
El daño ambiental es incalculable, afectando especies como la ñire, laura, caña cohiue y lenga. La magnitud del ecocidio ha llevado al gobernador de Chubut, Ignacio Torres, a responsabilizar a la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) por el incendio, señalando indicios de su origen «intencional». Torres abogó por una investigación exhaustiva y medidas ejemplificadoras, insistiendo en el desalojo del Parque Nacional Los Alerces y calificando a los responsables como «delincuentes» que buscan obtener tierras de manera ilegítima.
