Astrónomos habrían detectado indicios de vida en un planeta de otro sistema solar

Usando el telescopio James Webb, hallaron compuestos en su atmósfera que, en la Tierra, solo producen organismos vivos.
Por: #BorderPeriodismo

Un descubrimiento reciente tiene a la comunidad científica en vilo, el planeta K2-18b, ubicado a 124 años luz en la constelación de Leo, podría estar enviando señales de vida extraterrestre. Según señaló el The New York Times, el equipo de astrónomos británico-estadounidense anunció que detectó en la atmósfera de K2-18b compuestos químicos.

El hallazgo se centra en la presencia de dimetilsulfuro (DMS) y dimetil disulfuro (DMDS), sustancias que en nuestro planeta son generadas únicamente por seres vivos como el fitoplancton o ciertas bacterias. Aunque la certeza del hallazgo es del 99,7%, los expertos explican que aún no es suficiente para confirmar vida. Para ello, se necesitaría una certeza del 99,99994 %.

“Francamente, creo que esto es lo más cerca que hemos estado de observar una característica que podamos atribuir a la vida”, dijo Nikku Madhusudhan, astrofísico de la Universidad de Cambridge y autor principal del estudio publicado en The Astrophysical Journal Letters.

¿Qué sabemos de K2-18b?

Este exoplaneta es 2,5 veces más grande que la Tierra y tiene una masa ocho veces mayor. Está en una zona “habitable”, ni muy caliente ni muy fría, lo que permitiría la existencia de agua líquida, uno de los ingredientes esenciales para la vida.

Ya en 2023, el telescopio Webb había detectado metano y dióxido de carbono en su atmósfera. Ahora, con instrumentos más potentes, se encontraron señales más fuertes de esas misteriosas biofirmas, aunque aún están por debajo del umbral necesario para confirmar su origen biológico.

K2-18b es considerado un posible “planeta hiceánico”, es decir, un mundo oceánico con atmósfera rica en hidrógeno. De confirmarse, podría estar “rebosante de vida”, según Madhusudhan.

Pero no todos los científicos están de acuerdo. Para Raymond Pierrehumbert, de la Universidad de Oxford, el planeta podría ser demasiado caliente y tener océanos de lava en lugar de agua.

Mientras tanto, la astrofísica Sara Seager, del MIT, recuerda que en el pasado ya se pensaron detectar rastros de vapor de agua en K2-18b que luego resultaron ser otra cosa.

Para confirmar los resultados, se necesitarían entre 16 y 24 horas más de observación con el telescopio Webb. Madhusudhan espera tener una respuesta más clara dentro de uno o dos años. “Este podría ser el punto crucial, donde de repente la cuestión fundamental de si estamos solos en el universo será algo que podamos responder”, cerró el investigador.

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